Siempre dije que el delito de rebelión no encajaba en la conducta perseguida, pero sí la sedición. Creo que hubo una clara inducción a alzarse pública y tumultuariamente para impedir fuera de las vías legales la aplicación de resoluciones administrativas o judiciales. Lo mismo que están incitando ahora las autoridades de la Generalitat con su llamamiento a la desobediencia civil, pacífica o no. Supongo que la sentencia va en este sentido. Si la reacción a la sentencia es la que quiere Torra tendremos un nuevo juicio por sedición. Todo es susceptible de empeorar cuando no hay propósito de enmienda.