La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El libro de los "sin techo"

Se asoman al papel de hoy datos terribles: 439 personas no disponen de un techo en Gijón y de ellas 142 viven a la intemperie, con un soportal, el descansillo de un cajero automático, un chamizo o una nave abandonada como refugio de suelo frío y camastro de cartones. Las 297 restantes reciben atención por parte de entidades de beneficencia que en esta ciudad llevan a cabo una labor ejemplar, como la Cocina Económica o el Albergue Covadonga, cuyos voluntarios ya no dan abasto.

Señala la estadística un detalle aún más hiriente y abrasivo, como un pellizco en el corazón o una lanzada en el costado: una treintena de integrantes de ese listado son menores de edad. Cierto es que ningún gijonés nos habremos encontrado, paseando una de estas noches destempladas, a ningún niño durmiendo en la calle; detalle que nos habría encogido el alma. Pero sí albergamos la seguridad de que hemos aprendido a que nuestra conciencia conviva con la presencia nocturna de estos invisibles que se han convertido, para la mayoría de nosotros, en objetos del mobiliario urbano, como una maceta o una farola de fragua. Nos hemos acostumbrado a un paisaje de hombres -y cada vez más mujeres- que no encuentran cobijo nocturno; que en verano pasan la noche al raso, sobre el banco de madera de un parque y que cuando arrecia el temporal de la vida buscan nido allá donde pueden, con los zapatos raídos como zapatillas de andar por casa.

Se trata de personas que seguramente esta misma noche pasarán frío, miedo y vergüenza; libros abiertos de vivencias traumáticas que no nos atrevemos a ojear, como los volúmenes de lomo empolvado que permanecen quietos en los estantes de una librería que nadie toca.

Compartir el artículo

stats