Alfonso: "Como cuando vas a pasar sin convencimiento la ITV con un coche que ya tiene muchos años y poco mantenimiento, ir al médico a partir de cierta edad lleva aparejados ciertos momentos de incertidumbre. Bueno, para qué andar con paños calientes: con temor. Sobre todo si tienes presente que tu ausente padre se fue antes de tiempo por una cuestión de genética hostil y tienes claro que tus hábitos de vida son cualquier cosa menos saludables.
Sí. En ese largo tiempo de espera sentado sobre plástico duro, indiferente e impersonal, rodeado de paredes heladas y miradas opacas de desconocidos con los que compartes silencios o conversaciones banales, tienes la ocasión, ante la duda por el diagnóstico venidero, de repasar casi todo lo que has hecho mal, haces balance de tu rutina diaria y realizas tu propio inventario de aciertos y errores.
Seguramente me irían mejor las expectativas si hubiera logrado tras cuarenta años de promesas incumplidas a principios de año dejar los 6, 5, 4 y ahora tres malditos paquetes de cigarrillos diarios, y mira que de una tos a esta parte he logrado al menos sentirme ridículo al visualizarme echando humo por la boca. Pero ni con esas. Tampoco me hubiera venido mal abandonar un poco mi querencia por despedir el día con un güisqui reparador de averías sentimentales. Y qué duda cabe que mi cuerpo hubiera agradecido que, en lugar de ir en coche a todas partes, por cerca que estén, hubiera dado prioridad a las piernas sobre las ruedas.
Menos carne roja y más aburrimiento en el plato habría corregido seguramente los excesos cada vez más ambiciosos de peso, las escaladas de triglicéridos y los demás datos de ruina interna. Y para qué hablar del estrés laboral y doméstico que me hacen desayunar mal, almorzar peor y convertir la cena en un caos calórico media hora antes de irme a dormir seis horas alborotadas y fatigosas junto a nadie. Da igual ya. Dirán mi nombre. Pasaré como el reo que sabe la sentencia de antemano y esperaré a que el médico dé la extrema solución una vez más. Me la sé de memoria y volveré a olvidarla".
