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Sol y sombra

Un nuevo esperpento

Sánchez se suma a Iglesias y a Zapatero - en favor de Maduro

No sé si el buenismo encierra bondad, pero sí creo que no hay demasiada en su peculiar inventor, Zapatero, cuando apoya a un tirano execrable, como es Maduro. Ni sentido institucional en Sánchez, cuando se sitúa al margen de otros líderes democráticos europeos, y se niega a recibir al oponente del caudillo que oprime a Venezuela. El misterioso encuentro de Ábalos, en Barajas, con la vicepresidenta chavista, que tiene prohibida la entrada en la UE, contribuye a este nuevo y grotesco esperpento del Gobierno. El caso es que siguiendo la estela de Zapatero y presumiblemente la influencia de su socio, Pablo Iglesias, Sánchez se ha empeñado, contra la opinión del resto mundo democrático, en degradar a Guaidó y de paso se está degradando una vez más el mismo y la imagen de España como un país gobernado por políticos que mantienen complicidad con regímenes autoritarios y represores.

Aún así la postura del sanchismo ha tenido un efecto contrario al del aislamiento internacional: el presidente encargado de Venezuela recibe el aliento de los líderes de las democracias liberales en Davos casi al mismo tiempo que se siente despreciado por el Gobierno español. Es lógico que ahora Merkel o Macron se pregunten por qué Sánchez ha renunciado a ofrecerle siquiera la mano al líder venezolano mientras que ellos cierran filas con él y se oponen, en cambio, al presidente fraudulento impuesto a la fuerza por el chavismo.

Felipe González, consciente de que la democracia ha sido barrida en Venezuela, ni se lo cuestiona. Conoce lo que el viento se ha llevado del partido socialdemócrata que lideró tantos años.

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