Surge, una vez más, la cuestión del hórreo. El problema del hórreo es el estado de la aldea asturiana, necesitada de una profunda reformulación que no acaba de llegar. Y opino que es desde esa perspectiva desde la que debe ser tratado. El hórreo no cae solo. Primero desapareció la familia y la casería que le dio vida. Nuestras aldeas están despobladas y apenas generan economía: entiendo que esa es la cuestión. Y dada su ubicuidad, pues casi todas las viviendas tienen un hórreo, estamos hablando de la ruina física y económica del campo asturiano, situación que afecta a una parte mayoritaria del territorio.
Surgen algunas voces pidiendo nuevos usos para el hórreo. Como alojamientos turísticos, albergues o bares (pero que sean tienda)... y hasta casa: como si no hubiera suficientes viviendas vacías en Asturias que rehabilitar. Cuando oigo estos cantos de sirena recuerdo el madreñogiro de Pinín, dibujado por el genial Alfonso. Transformar una madreña en helicóptero pudo ser una idea interesante, pero no conozco ninguna patente que lo haya comercializado. Convertir los hórreos en vivienda, cuando más del 60% de las quintanas de las aldeas están deshabitadas parece propio de una aventura de Pinín. Y puede dar legalidad a uno de los mayores peligros: conducirlos sin remedio a la marginalidad y a lo cutre. Se le quiere negar su dignidad. El disparate no puede ser la norma.
"La forma da el ser a la cosa" decían los escolásticos. Un hórreo es un granero peraltado, que debe facilitar el secado y el almacenaje. Está separado del suelo para evitar a los roedores y ayudar a su ventilación. Una vivienda (o establecimiento hostelero) acoge a las personas. Necesita de una accesibilidad fácil (y ahora universal) y unas rigurosas condiciones de habitabilidad, salubridad e higiene. No parece que un hórreo sea el ámbito adecuado para acoger esta función. Dejaría de tener la "forma que da el ser a la cosa": un desastre ¿Y para qué? El hórreo sigue teniendo usos suficientes. Además de los tradicionales de almacenaje el "solhorru" puede utilizarse como aparcamiento, porche o cenador, y la cámara, con usos vinculados a la vivienda. Además tiene un valor estético y de status. Es un signo de identidad, y también de prestigio social.
Lo que resulta imprescindible es el facilitar los traslados de hórreos: no tiene sentido armar hórreos nuevos, de mala calidad, cuando todos los días están cayendo hórreos con varios siglos de antigüedad, y magníficos. La Consejería de Cultura facilita los traslados. Solo es imprescindible vincular el hórreo trasladado a una vivienda y no desplazarlo de su área cultural. Es decir, un hórreo de Cangas del Narcea no puede llevarse a Ribadesella.
La ignorancia de los asturianos respecto al hórreo es notable, y quizás sea el mayor de los problemas. La "empanada mental" de nuestra sociedad respecto al ser profundo de Asturias nos impide "progresar adecuadamente": en esto y en otras muchas cosas. Asturias no es objeto de estudio en las escuelas.
Desde las Administraciones Públicas asturianas el tema del hórreo sigue sin resolverse. Las políticas relativas al hórreo han sido escasas y sus resultados no han sido buenos. Han pasado décadas y no ha mejorado su dinámica ni su estima social.
La Dirección General de Cultura organiza ahora una Mesa del Hórreo, donde analizar los asuntos sobre los que asentará su futura gestión. Una buena idea que debe cristalizar en acciones concretas para salvaguardar al icono de Asturias.
A continuación propongo cuatro actuaciones transversales para reconducir su dinámica de decadencia.
1. El conocimiento del hórreo
Debe de promocionarse, tanto a los profesionales y funcionarios implicados en su gestión como hasta el público en general, y también a los escolares de diferentes niveles educativos.
Criterios para su rehabilitación y traslado. Dada su movilidad inherente, y que los traslados son cada vez más necesarios, deben fijarse una serie de principios básicos para acometer su desmontaje y posterior instalación.
El hórreo y el planeamiento urbanístico. El urbanismo asturiano ha dado la espalda a la Aldea, y por lo tanto al hórreo. El primer objetivo sería lograr que a los propios urbanistas les interese y conozcan la Aldea y, por ende, comprendan al hórreo; vean sus posibilidades de desarrollo y lo valoren. Puede darse al hórreo una "edificabilidad 0", o incluso negativa (dar un plus de edificabilidad a la finca si se traslada un hórreo antiguo), de esta manera se incentiva su conservación y aumenta su valor económico. Para ello deben definirse unas pautas para su integración dentro de la normativa de los Planes Generales de Ordenación.
2. Definir el estatuto jurídico del hórreo
El deterioro y adulteración del hórreo tradicional crece de manera alarmante por lo que resulta imprescindible fijar qué características debe tener un hórreo o panera asturiana: sus usos, materiales, disposición, medidas, estructura constructiva y fiscalidad.
La figura y características del hórreo o panera, su estatuto jurídico, quedarían fijadas mediante un decreto, como ya se hizo para otras cosas. Debe también darse una solución a la propiedad compartida existente en muchos hórreos y paneras del centro de la región, habilitando un mecanismo sencillo de compra entre los comuneros.
3. Medidas fiscales
La fijación de su status fiscal resulta acuciante. La vergonzosa situación actual supone una depreciación del valor de los hórreos, y es un motivo más para empujarlos a su desaparición. Como elemento patrimonial deben tomarse con carácter de urgencia aquellas medidas legales que impidan su tributación fiscal (IBI), además de facilitar una minoración de las tasas municipales en las obras que incidan sobre ellos.
4. Puesta en valor
Campaña publicitaria. El hórreo no tiene marketing. La realización de una campaña publicitaria institucional sería el dinero mejor invertido en su conservación. No nos damos cuenta, pero quien tiene un hórreo tiene un tesoro. Es imprescindible darlo a conocer a todos los asturianos. Cuanto mejor se conozcan los hórreos mayor será su aprecio por todos. Un conocimiento suficiente permitirá reconducir por sí mismas conductas actuales inadecuadas y futuras aventuras de Pinín. Es algo tan próximo, que por cercano se sobreentiende y desconoce.
Incorporar el hórreo al mercado. Hay una demanda latente de hórreos que no se satisface suficientemente. No están fuera del tiempo. El traslado aumenta su vida útil. Los hórreos asturianos son polifuncionales, no así los gallegos. Debemos potenciar su utilidad como edificación auxiliar de la vivienda. Su superficie utilizable, "solhorru" y cesta, alcanza de media unos 50 m², lo que permite buenos aprovechamientos con una excelente relación calidad/precio. Y tiene una cualidad inmejorable: transforma una vivienda en quintana revalorizándola significativamente.
