La solución para re-habitar la España vacía no solamente pasa por dotarla con las nuevas tecnologías, que harían posible que los pueblos y lugares que van despoblándose volvieran a la actividad, a la vida, recibieran medios para comunicarse, para hacer posible el funcionamiento de servicios, trabajos, transportes, actividad comercial, cultural, ocio? Hace falta cambiar algunas leyes. Esta es la opinión de naturalistas, conservacionistas, ecologistas, personas, gentes que viven y trabajan en medios rurales, zonas en peligro de despoblamiento, de desertización.
"Municipios de Asturias, Galicia, Castilla y León, Valencia y Andalucía se han unido para generar una economía rural multifuncional rentable. Quieren alojar teletrabajadores amantes de la naturaleza atraídos por la idea de recuperar la vida silvestre de la Europa primigenia". Así lo manifiestan en un comunicado fuentes de Wild Europe Teleworker. Pero para ello ven necesario cambiar algunas leyes sobre animales, que algunas especies -vacas, burros, caballos, bisontes?- puedan existir libres, vagar por el campo sin tener amo, como ocurre en varios países europeos. Campos y montes comunales sin cultivar, abandonados, abundan en España.
Con la publicación de un mapa rural de la Península Ibérica, la organización internacional Wild-Europe-Teleworker-Conservacionist Camps llama a conservacionistas de la naturaleza de todo el mundo que "quieran y puedan teletrabajar para venir a España a desarrollar el trabajo que ya tienen en Internet y, al mismo tiempo, para luchar con los conservacionistas españoles por la expansión de especies en peligro de extinción, osos, lobos, bisontes, linces, uro, tarpan y otra fauna europea, así como el ser humano integrado en la naturaleza". Y apuntan que podrán, juntos "naturalistas, agricultores, ecologistas y funcionarios públicos, así como jóvenes interesados en la naturaleza, las nuevas tecnologías y la cultura, repoblar el medio rural con una actividad innovadora que destaca la fauna, la flora, el paisaje y la cultura paleolítica", según el llamamiento de la Rural World Nature Association (Asociación de la Naturaleza del Mundo Rural).
Ocho municipios de las comunidades mencionados (dos de ellos asturianos) ya han presentado su solicitud al programa Smart Villages de la Unión Europea. Las iniciativas que se presentan a este programa han de ser innovadoras y la de Teleworking lo es y hace un llamamiento a personas de todo el continente. Invita a gente de cualquier edad e índole social a que combine el teletrabajo -hoy tan puesto en práctica a causa del covid-19- en zonas remotas con la recuperación de la fauna primigenia de Europa. Y propone oportunidades "a programadores, diseñadores, escritores, profesores y cuantas profesiones más se puedan ejercer a distancia por internet" para que realicen también tarea de "ganadero" y de guarda forestal.
Los participantes que cooperen en estos municipios con ganaderos y guardas serán considerados como productores de biodiversidad, tendrían soporte y asesoramiento de expertos de la Unión Europea para desarrollar planes e iniciativas, una actividad que promueva re-habitar diferentes zonas en peligro de despoblamiento, evitando un abandono pernicioso. Además, podrán llevar a cabo intercambios y acciones conjuntas en los eventos del programa, alcanzarían gran visibilidad, al tiempo que obtendrían la calidad de participar en "un programa europeo de reinvención de los pueblos en declive hacia pueblos inteligentes".
Estos ocho municipios coaligados, que esperan agregar otros varios en negociaciones de Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco y Extremadura, solicitarán algunos cambios legislativos relativos a obligaciones sobre el tratamiento de la cabaña para hacer compatible el mantenimiento de los animales. Cambios que permitan la habitabilidad en los miles de pueblos abandonados que repartidos por la geografía hispana. En fin, cuando ya hay pueblos seleccionados para el programa en Europa, esta coalición de municipios pioneros (https://coalicionbiodiversidadyteletrabajadores.wordpress.com) ofrece hoy un tranquilo trabajo en tiempo de desempleo pandémico.
