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Tino Pertierra

SOLO SERÁ UN MINUTO

Tino Pertierra

Pero mira que eres tanto...

Maribel: "Es que ya me cansé de estar cansada. Dije basta: no seas plasta. Deja de dar la murga a los demás con tus quejas y lamentos, con tus reproches y victimismos. Fin de la histeria, se acabó mirarse al espejo y entrar en depresión profunda. Adiós a las listas negras, bienvenidas las listas blancas: ni un segundo a las personas tóxicas, todo el tiempo del mundo para quienes llegan con valor añadido y te aportan soluciones, no problemas. No quiero dar la impresión de ser una mujer ingenua que piensa que por poner de tono en el móvil una canción reivindicativa de Bebe ya está dando grandes pasos hacia su libertad. No: sé que es un laaaargo proceso de aprendizaje en el que los errores muchas veces impiden considerar los aciertos como tales, y sé que es un camino solitario porque, para qué vamos a engañarnos, llenar tu vida solo de gente positiva es una tarea dura e ingrata, Decepcionante, en cierto modo. Y asumo que yo no sería amiga mía en este estado de cosas. O de losas.

Pero...

Siempre hay tiempo para cambiar lo que no te gusta de tu vida. Algunos giros puedes hacerlos instantáneamente porque dependen solo de ti, de tu fuerza de voluntad, de tu determinación por arreglar desperfectos, de tu valentía para poner puntos sobre ciertas íes bloquear el paso a las influencias negativas de consecuencias nocivas. Otras, por el contrario, llevan más tiempo y el cambio exige la confluencia de algunos elementos que no siempre están dispuestos a colaborar. Me refiero, claro, a asuntos laborales, sentimentales, familiares... Pero tengo algo a mi favor: la salud me acompaña de momento, y lo digo ahora que llevo dos días con retortijones que solo le deseo a mi peor enemiga. ¿Ves? Ya te dije que era difícil: ¿por qué pierdo segundos pensando en enemigos? No me interesan, no quiero que pertenezcan a mi mundo, les retiro el pasaporte para cruzar mis fronteras. Después de la tempestad de errores, fracasos y malas decisiones (que no son lo mismo, ojo) llega la calma del aprendizaje, de tomar en serio mis necesidades: puedo ofrecer tanto que me niego a abaratarme".

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