Aunque personalmente deteste al gran poeta T.S. Eliot (por razones tan pobres como ser reaccionario y antisemita), no es la primera vez que a comienzos de abril echo mano de su afirmación de que “abril es el mes más cruel”, con la que arranca “La tierra baldía”. Pero ¿por qué es tan cruel abril? Según Eliot porque revuelve raíces apagadas con lluvia de primavera. Así pues, en el fondo el aserto sería un grito contra la resurrección, que él mismo vivió, impropio además de hombre tan devoto. La mayor virtud de la frase es su eficacia para sorprender, pues en su mismo arranque (comienzo) el poema arranca (saca con violencia) el tópico de feliz renacimiento que suele asignarse a la primavera y nos pone ante una aparente paradoja. Pero, en fin, la resurrección es un hecho, y explica en parte el indudable éxito del cristianismo al acompasar su libreto al del ciclo de la vida.
