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Javier Cuervo

Un millón

Javier Cuervo

El negacionista inofensivo

El negacionismo televisado de Miguel Bosé no es peligroso. No expuso nada en el programa de Évole que pudiera abrir una fisura argumental contra las vacunas. Lo más peligroso para la sociedad fue ver en él cómo se representa la gente cuando cree en algo firmemente –algo puede ser cualquier cosa– y la base de su firme creencia tiene dos pilares: la creencia y la firmeza. Si reconoces esa fe en un cuñado cofrade o en un juez de primera instancia puede que todo se venga abajo. Al menos, el negacionismo orgulloso de Bosé trata de cosas de la tierra y de la vida que pueden someterse a contraste.

Tampoco hubo peligro en su discurso porque dedicó más tiempo a desacreditar las preguntas y a esquivar los reparos de Jordi Évole que a explicar por qué niega la pandemia, “que no llega a epidemia”, después de tres millones de muertos en todo el mundo, cuando pandemia es la enfermedad epidémica que se extiende a muchos países. Para saber del tema más que Évole debería, al menos, haber abierto la página de la RAE. Bosé, activado como espectáculo, se desactiva solo como interlocutor negacionista y su discurso es pólvora mojada.

En Miguel Bosé sigue siendo más potente el vídeo que el audio. Quien, por la imagen, fue el hazmegozar de los setenta y ochenta y por el sonido es el hazmerreír de 2020 secuestra toda la atención en esa mirada febril que heredó de la madre y en la composición de la estampa y el desplante que aprendió del padre. Esa mirada y esa proclamación de fe dan fiebre en el termómetro. En su discurso conspiranoico hay pautas de una persona que siente un fuerte estrés, que tiene mucho tiempo libre para navegar por internet y que acaso sufra la devastación neuronal de haber cantado “Linda” y de los dos gramos diarios de cocaína consumidos durante veinte años.

Bosé está más para ser cuidado que para ser exhibido, pero su historia es la de una persona que se ha exhibido mucho y se ha cuidado poco, así que Évole puede dormir tranquilo mientras Miguel lee las actas del foro de Davos que le explican el mundo.

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