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En corto y por derecho

Arturo Román

La doctora Carcedo y Mrs. Hyde

El voto de la exministra de Sanidad en el Congreso que sonroja incluso a diputados regionales de su partido

María Luisa Carcedo, diputada nacional del PSOE y médica de carrera, se ha convertido de un tiempo a esta parte en personaje literario de suspense, puesto que depende de con qué pie se levante puede ejercer de doctora Jekyll o de Mrs. Hyde, pese a su tendencia natural a arrancar el día por el lado izquierdo. La veterana parlamentaria socialista y exministra de Sanidad en el primer Gobierno de Pedro Sánchez votó el martes en la Cámara Baja en contra de una proposición de ley promovida por la Junta General del Principado en defensa del blindaje de la asistencia sanitaria universal, defendida con empeño por sus compañeros de partido en su región natal.

De haber logrado escaño en la Cámara Alta en las elecciones de noviembre de 2019, se entendería que la señora Carcedo prefiriera ser senadora a sanadora. Y que, por defensa del cargo, mirara más por los intereses de su partido que por los deberes deontológicos de la carrera que cursó. Como diputada, si le quitan el “di” a la palabra entenderán que le ha hecho una bien gorda a su gente socialista desplazada a Madrid.

Escribió Ramón y Cajal, eminente doctor, que solo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar por las desazones que nos causan. Cambien en la frase lapidaria al autor teatral por un político con mando y seguirá siendo perfectamente válida.

El caso es que los parlamentarios asturianos llegaron a la Carrera de San Jerónimo con la loable intención de inmunizar de manera definitiva la universalidad de la sanidad pública y regresaron a Asturias con un aguijonazo en la ñalga. A la vista salta que el PSOE asturiano tiene en Ferraz y en las Cámaras del Reino menos peso que Florentino Pérez en la UEFA tras el fiasco de la Superliga.

PD. Ya es triste que una proposición de ley promovida por la Junta General del Principado en 2017 llegue a los Cortes cuatro años después, como si hubiera quedado atascada en la catenaria del tren de Pajares.

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