Investigadores del MIT han desarrollado un parche adhesivo con diferentes sensores, capaz de monitorizar los signos vitales y la salud de una persona. El parche se adhiere a nuestra piel y por ello se le conoce como piel electrónica. Es capaz de medir de forma continua y muy precisa la temperatura del paciente, su hidratación, los niveles de exposición a los rayos ultravioleta y el pulso corporal. En el futuro estará dotado de más funcionalidades que le permitirán, por ejemplo, seguir la evolución de un cáncer de piel u otras patologías.
Otra característica novedosa de esta piel electrónica es su transpirabilidad. Otros diseños previos carecían de esta funcionalidad, lo que hacía que el sudor se acumulase entre la piel biológica y la electrónica. Esto causaba irritaciones en la piel y un mal funcionamiento de los diferentes sensores incorporados.