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Juan Fueyo

Una gran motivación para un investigador

A propósito de un reconocimiento por parte del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU

Tomando por sorpresa a mi mujer y a mí, el Instituto Nacional del Cáncer Americano ha decidido resaltar nuestro trabajo con motivo de la celebración del 50.º aniversario de su fundación. El Instituto ha escogido los trabajos de científicos y médicos que han impulsado la investigación del cáncer en los últimos 50 años. En su nota, bajo la sección titulada “Acelerando nuestros conocimientos del cáncer hacia el futuro”, el Instituto cita solamente cinco equipos de trabajo.

Uno de ellos es el nuestro.

En la justificación para nuestra inclusión en una lista tan corta y prestigiosa, leemos: “Marido y mujer, Candelaria Gómez-Manzano y Juan Fueyo crearon un tratamiento experimental que convierte un virus que produce el resfriado común en una herramienta para atacar a los glioblastomas, el tumor más frecuente y letal de los tumores cerebrales primarios. Este nuevo tratamiento, llamado ‘bomba viral inteligente’ es un tipo de inmunoterapia que tiene el potencial de destruir tumores sin necesidad de utilizar radiación o quimioterapia. Gómez-Manzano y Fueyo son profesores de Neuro-Oncología que emigraron de España para trabajar juntos en sus laboratorios del instituto oncológico M.D. Anderson en Houston”.

Que hayamos aparecido en esta lista es un inmenso e inmerecido honor por el que estamos sumamente agradecidos. La profesión de científico y en particular la de los científicos que luchan por encontrar tratamientos contra el cáncer, una de las tareas más difíciles que ha emprendido la humanidad, es muy dura y con pocos momentos de satisfacción. Por ese motivo, nos tomamos este enorme detalle del Instituto Nacional de Cáncer como un elemento gigante de motivación para seguir investigando los tumores cerebrales y poder en el futuro contribuir a que mejore el pronóstico de los pacientes que sufren esta enfermedad y que puedan beneficiarse de tratamientos nuevos y menos tóxicos, manteniendo una buena calidad de vida.

Pensamos que uno de los motivos para ser citados por el Instituto Nacional de Cáncer Americano es que hemos trabajado con ellos en estrecha colaboración para poder llevar el virus caracterizados en el laboratorio a los pacientes. Los virus desarrollados por nuestro grupo están siendo probados o han sido probados en numerosos estudios clínicos en España, Canadá y los Estados Unidos. Una de las primeras generaciones del virus, después de demostrar que tiene efecto antiglioma en un estudio en fase 2, será ensayado en un estudio clínico de fase 3 que incluirá setenta hospitales.

Sabemos, queremos decirlo de nuevo, que este honor es inmerecido y que cuando el Instituto ha escogido solo cinco equipos ha dejado fuera a la gran mayoría que han contribuido a los avances del cáncer. Sabemos también que la investigación biomédica es un trabajo colectivo, donde los individuos cuentan muchísimo menos que la aportación del conjunto de los millones de laboratorios trabajando en la lucha contra el cáncer en todo el mundo.

Además, nosotros hemos trabajado con muchos otros científicos durante más de dos décadas, que podrían compartir con nosotros este honor. Nos vienen a la mente muchos científicos excepcionales, y entre ellos Ramón Alemany (Instituto Catalán de Oncología) y Marta Alonso (Clínica Universitaria de Navarra). Así que aceptamos el honor de pertenecer a este grupo con profunda humildad y sincero agradecimiento.

Pensamos que el hecho de ser un matrimonio, somos el único matrimonio incluido en las fotos, y ser emigrantes puede haber pesado en la decisión de incluirnos, y eso nos hace estar más orgullosos aún.

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