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Tino Pertierra

Solo será un minuto

Tino Pertierra

Lo que nunca cambiará

Roberto: “Hay cosas que nunca cambian. Y por más que se empeñen los departamentos de marketing no lo harán. Recuerdo que una superficie comercial cambió de propietarios y los nuevos se gastaron neuronas y dinero en convertir Parque Principado en Intu. Nadie aceptó la nueva denominación y todo el mundo siguió usando la original. También pasó con el centro comercial de Calatrava, en Oviedo. Los nuevos dueños le buscaron otro nombre, cuyo significado sigue siendo para mí un completo enigma: Modoo. Apostaría el sueldo de un mes a que no hubo ni un solo habitante de la ciudad que se adhiriera al cambio, seguramente pensado y repensado por mentes privilegiadas en despachos de mucho postín.

Cuando voy al súper me encuentro con la siguiente petición en la sección de bebidas: pack indivisible, no romper. O algo parecido. Como te puedes imaginar, hay pocos packs que no estén abiertos porque, fíjate tú, hay gente que no quiere llevarse los seis botes de lo que sea y le basta con uno, dos o tres. Sospecho que ningún empleado reñirá al cliente que ose incumplir la petición. ¿Y has visto cuántos ciudadanos con escasa entidad cívica se saltan alegremente la prohibición de que sus perros defequen en los jardines? Y prefiero no hablar del tráfico y sus normas asaltadas por conductores que piensan que la carretera es suya.

No, hay muchas cosas que nunca cambiarán. Siempre habrá jefes que hagan promesas sabiendo que no las pueden cumplir, políticos que enterrarán sus ideales para cambiarlos por intereses, parejas que se dan otra oportunidad para engañarse una vez más, proyectos que jamás afrontaremos y planes que sabemos que nunca se realizarán. Se llama fracaso, aunque queramos cambiarle el nombre por el de realismo o madurez”.

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