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En corto y por derecho

Arturo Román

Un escanciado que trae cola

El cocinero Elio Fernández da una lección de cómo se echa la sidra tras ser criticado por ello en Fitur: “Pido perdón”

Anda que no ha traído cola y polémica la promoción de la sidra en Madrid, en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), días atrás. Primero fue el Ayuntamiento de Oviedo con su eslogan “capital de la sidra”, que mosqueó a los concejos de la comarca sidrera por sentir que les han “robado” tal etiqueta. Luego, el Principado, que enfadó al sector al no haber contando con escanciadores profesionales en su stand, por donde pasó todo quisqui sediento de un culín.

Relacionado con esto último ha habido daños colaterales. El afamado cocinero de Ortiguera (Coaña) Elio Fernández, dueño y alma del exitoso Ferpel Gastronómico, estuvo por Fitur y en un momento se puso a escanciar, pero no en plan oficial, sino para tomarse un culín, él y los que iban con él. “Yo cuando escancio para mí lo hago en plan relajado, nada formal...”, explica el chef.

Pero mira por dónde por allí pasaba en ese momento un fotógrafo, que chiscó con su cámara mientras Elio escanciaba y utilizó la imagen para ilustrar alguna reseña sobre Asturias, la sidra, el turismo, etcétera. Todo muy inocente hasta que dejó de serlo, pues los escanciadores profesionales pusieron el grito en el cielo al ver que habían elegido tal foto. El sector se mosqueó en las redes sociales (es siempre muy fácil echar la lengua a pasear en esas redes que no tienen filtros de ningún tipo) y las críticas fueron algo subidas de tono.

Elio Fernández, en un escanciado de libro y de premio, en Ortiguera.

Pero Elio Fernández lo ha sabido llevar muy bien y lo ha capeado con mucha sabiduría, la misma que emplea a los fogones. Con elegancia, ha pedido disculpas “a todo los escanciadores del mundo y a todas las personas relacionadas con el mundo de la sidra”. Junto a su mensaje en Instagram ha colgado una foto suya, con montera picona y con el atractivo paisaje de la costa de Ortiguera y el faro a sus espaldas, mientras escancia en una postura digna de campeón del concurso regional de escanciado. “Ser asturiano es más que intentar ser el mejor cocinero, ser asturiano es sentir la tierra y respetar a tus paisanos, apoyar los pequeños negocios de tu tierra, llevar Asturias por el mundo casi siempre sin recibir nada a cambio”, remata el cocinero, quien de paso ha tomado la decisión de borrarse de la lista de embajadores de Cocina de Paisaje.

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