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Santiago Pérez

Parcheando las comunicaciones del Suroccidente

El nuevo plan de carreteras para la comarca

El pasado miércoles, 30 de marzo, el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, reunió a los alcaldes del Suroccidente para darles buenas nuevas. Contento y satisfecho, seguramente, les informó que van a invertir en arreglo de carreteras 50 millones de euros en cinco años, diez por año. Ese dinero se destinará a mejorar treinta vías que dependen del Principado. Los alcaldes, que no pierden ripio en estos casos, se muestran satisfechos con lo expuesto por el consejero. Como ya es habitual en él, el más expresivo fue el edil cangués, José Víctor Rodríguez, quien ni corto ni perezoso llegó a destacar el carácter apolítico del plan. Más parco –en su línea apocada, pero también satisfecho– se mostró José Ramón Feito, alcalde de Tineo.

Un tiempo atrás nos «vendieron» un Plan Especial para los Concejos del Suroccidente Asturiano para el periodo 2015-2025 que los propios alcaldes tildaron de claramente insuficiente. Lo era desde su presentación. Ese plan consistió en reunir las diversas actuaciones que se iban a llevar a cabo en toda la comarca en ese tiempo. No tuvo ninguna incidencia sobre los problemas reales del Suroccidente. Este plan de carreteras es eso, un plan de carreteras quinquenal. Han reunido, una vez más, las obras que pensaban ejecutar y nos las colocan todas juntas para que abulten más.

No podemos olvidar que el año que viene hay elecciones.

Este “esfuerzo” está motivado por la presión ciudadana que se ha canalizado a través de la “Plataforma el Suroccidente también existe”, por lo leído parece que a los representantes de esa plataforma no les entusiasma. Los comprendo.

Las necesidades del Suroccidente son muchas y ese dinero es escasísimo para poder decir que es tratado con equidad con respecto al resto de Asturias. No, no se trata de ser unos lloricas, a la realidad me remito.

Cincuenta millones en cinco años para acondicionar, en muchos casos es necesario mucho más que acondicionar, más de 500 kilómetros de carreteras. Diez millones por año. Al cabo de cinco años, y tal como se realizan las obras por esta comarca, tienen que volver a empezar. Señor consejero, señores alcaldes, saben que eso es un parche, bien recibido, pero un parche.

Llegados aquí creo que un ejemplo es esclarecedor. El Consejo de Gobierno asturiano aprobó un gasto de 23,4 millones de euros para conectar el almacén de Amazon con la autovía A-64. La obra tiene un plazo de ejecución de veinticuatro meses. Ya sé que pueden alegar que es imprescindible ya que creará puestos de trabajo, pero en ese caso las soluciones han sido rápidas. ¿Acaso los 24.000 vecinos de la comarca no merecemos igual trato? Parece que no.

Alejando Calvo pasa de refilón sobre las obras que dependen del Estado. Los ciudadanos lo entendemos, pero además queremos un apoyo total para exigir al gobierno central que cumpla. El consejero informó a los alcaldes que del avance de la segunda calzada de la autovía Oviedo-La Espina no se sabe nada y que las obras del tramo de Casazorrina, como pronto, para finales del 2023. Ya sabemos lo que eso supone. Esa autovía lleva más de veinte años en ejecución. ¡Veinte años!

De la finalización de las obras del puente de La Barrosa tampoco sabe nada. Un puente de unos setenta metros que desde el mes de agosto de 2020 no han sido capaces de reconstruir.

En momentos de descontento ciudadano sacan a relucir la autovía hasta Ponferrada, en esta ocasión también. Esa es historia para otro día.

¿Por qué tenemos que estar contentos? ¿Por reunir en un plan lo que tenían que hacer en los años venideros?

Y en esta situación el presidente, Adrián Barbón, no se reúne con los representantes de la plataforma ciudadana del Suroccidente. Alega cuestiones de agenda y por la problemática que se plantea. Ni uno ni otro es creíble. Señor Barbón, debería darle vergüenza.

Mientras sigan poniendo parches el Suroccidente seguirá de culo, cuesta abajo y sin frenos. Sólo hay una solución: creación de puestos de trabajo, lo demás vendrá por añadidura. Creo que esa es la exigencia fundamental que debemos realizar los ciudadanos de esta enorme comarca. Los apoyos de todo tipo para radicar empresas privadas nos salvarían de la emigración y del imparable envejecimiento de la población. Empleo, empleo, empleo.

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