En la actual política nacional predominan excesivos "mandamientos", decretos ley, con su respectivo Moisés, sin que adoremos becerro alguno por lo aconfesional que toca.
Los contubernios y apaños para sacar los "mandamientos" permiten dar luz a los presupuestos generales del Estado de estados, con tales alianzas nos meten goles a lo Maradona, "mano de dios" del mundial de México.
Tocan las pelotas con la mano –penalti en toda regla– aquellos que mecen la cuna secesionista, independentista por vía de confederación y apaños.
Está muy bien, pero siempre engordan a los mismos, los que prohíben hablar en español o quienes forjaron a hierro y fuego el dolor, ahora en tregua.
Asturias, pese a ser otra cuna –Reconquista– no tiene mano que la meza.
De los más de ciento veinticinco decretos leyes aprobados por el gobierno de coaliciones varias de Sánchez, cabe preguntar qué enmiendas favorecieron al Principado de Asturias.
Por cierto, habrá que ir reivindicando lo del reino para Asturias. Ya toca, viendo el egotismo de los socios de don Pedro Sánchez.
En los dos supuestos que permiten crear una selección propia: arraigo o retroactividad federativa, los asturianos podemos meter con calzador la selección asturiana de escanciado, de bolos y hasta el "avientaelmesiu", con perdón, pero de mucho arraigo siendo guajes.
O nuestros representantes en la corte están a silbar les barbaes o no se entiende cómo aún está sin reconocer el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la sidra, dando por hecho que los campeonatos de escanciado son equivalentes a cualquier actividad física, artística y deportiva.
¿Dónde anden nuestros senadores?
¡Al loro!, pues entre vascongados hay cultura sidrera, menos deportiva eso sí.
En Euskadi escancian desde pipa, por gravedad. No sería de extrañar que nuestra petición a la UNESCO acabase en pleito, espera a ver.
Don Pelayo, que era rey y no príncipe, se anticipó a la federación de esgrima, no por ello reivindicamos ir a las olimpiadas por libre, ye lo mismo.
Mira que se practica el surf en Asturias de antiguo, pues nada, aquí lo de intercambiar cromos no se nos da.
Si los que no dejan hablar a sus ciudadanos en español van de república; y los que quieren bandera propia para jugar a la pelota van de país, pues nosotros a exigir el reinado. Por enmienda a la retroactividad, corresponde desde Pelayo.
