La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

epígrafe

Un proyecto de país

Unión frente al olvido y el abandono que sufre el noroeste español

Hace ya más de cinco años que las empresas y la sociedad del noroeste español unieron sus fuerzas para darle a esta zona el protagonismo que se merece, considerando su potencial económico. Los territorios que la componen representan en el 9,8% de la población del conjunto del país, así como un 8,8% del PIB, el 9,7% de empresas y el 9,2% del empleo por lo que es imprescindible que el trato entre unos y otros territorios en materia de transportes sea equitativo.

Asimismo, el noroeste español en conexión con las regiones que integran la fachada atlántica absorbe el 50% del tráfico de las mercancías entre la Península Ibérica y el resto de Europa, y juntos concentran un 40% del PIB de toda Europa, es decir, más de 2 billones de euros.

Estos indicadores parecen no ser suficientes para apostar por nosotros. El noroeste español ha sido y sigue siendo el eterno olvidado en las inversiones públicas. ¿Es que no se merecen estas regiones unas infraestructuras que permitan el desarrollo y la cohesión territorial? ¿No se merecen una apuesta firme por fortalecer su posición competitiva en España y en Europa? ¿No se merecen sus ciudadanos una sociedad del bienestar que les garantice empleo y prosperidad económica?

Ante el olvido y abandono que sufre el noroeste español los empresarios decidimos unir fuerzas y llevar a cabo una acción coordinada basada en la colaboración empresarial en pro del crecimiento y el empleo. Objetivo que pasa indiscutiblemente por el impulso de las infraestructuras de transporte y de los servicios logísticos que ofrezcan las mejores perspectivas de sostenibilidad social, económica y medioambiental.

Gracias a ese trabajo coordinado, logramos el primer paso: que Europa incluyera en el nuevo programa Conectar Europa la ampliación del Corredor Atlántico al noroeste español. Pero no ha sido, no es suficiente.

El desarrollo del Corredor Atlántico no es solo una cuestión al servicio de intereses empresariales. No lo es. Es también una cuestión que afecta a los ciudadanos y a su futuro.

Si bien somos los empresarios los que tenemos la obligación de detectar y analizar la problemática o las necesidades empresariales y sociales, no tenemos en nuestras manos la capacidad de legislar y tomar decisiones. Es por ello que necesitamos el respaldo de todos los agentes políticos, sociales y económicos para hacer de nuestras reivindicaciones una realidad.

Apoyo que, por otro lado, sí están recibiendo otros territorios. Desde el Noroeste exigimos las mismas oportunidades para el Corredor Atlántico que las que recibe que el Eje Mediterráneo, dado que ambas infraestructuras son un proyecto de país y no un plan regionalista. Para avanzar en la vertebración territorial no es necesario abandonar unos territorios por otros. No es necesario competir y la rivalidad no ha de existir en este ámbito, sino que debe existir un desarrollo inversor que sirva para eliminar los desequilibrios territoriales y propiciar la igualdad de oportunidades.

El noroeste español está siendo ya muy golpeado por la crisis demográfica por lo que urge un gran apoyo en materia de infraestructuras para ser competitivo durante las próximas décadas.

Necesitamos, de una vez por todas, hechos y acciones que vayan más allá del lenguaje hablado. Seguiremos insistiendo en la necesidad de unir esfuerzos para darle al noroeste español la importancia que se merece e impulsar su progreso.

No queremos ser más que nadie, simplemente no queremos ser menos.

Compartir el artículo

stats