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Los vecinos de Bricia exigen seguridad en el tramo de carretera que cruza el pueblo

La vía LL-11 es un foco continuo de accidentes, el último el viernes, cuando una menor resultó atropellada

Los vecinos de Bricia exigen seguridad en el tramo de carretera que cruza el pueblo EMILIO G. CEA

Mejorar la seguridad de los peatones y acabar con la peligrosidad de una travesía muy transitada durante las veinticuatro horas del día son preocupaciones prioritarias para los vecinos de la localidad llanisca de Bricia. Cansados de que los coches que circulan por la carretera Ll-11 a su paso por este pueblo no respeten las señales que limitan la velocidad a 40 kilómetros por hora, han decidido redoblar esfuerzos para evitar que se repitan episodios como el ocurrido el pasado viernes, cuando una menor fue atropellada cuando iba a cruzar uno de los dos pasos de cebra existentes en la travesía para ir al Instituto.

Dos pasos de cebra y señales verticales advirtiendo de su presencia, además de señales que alertan del paso de ganado y de la prohibición de circular a más de 40 por hora, parece que no son suficientes. Fernando Ruenes, alcalde de barrio de Bricia, y el padre de la escolar atropellada, Alberto Fernández, mantuvieron ayer una reunión en el Ayuntamiento de Llanes con la primera teniente de Alcalde, Marián García de la Llana, y con el edil de Obras, Juan Carlos Armas, para solicitar medidas que aumenten la seguridad de los peatones. "Ha sido una reunión muy productiva. Nos atendieron muy bien y salimos muy satisfechos. Se han comprometido a estudiar lo que ocurre en esta carretera y a hacer todo lo que puedan para solucionar el problema", aseguraron Ruenes y Fernández. Ambos solicitaron también la poda de una higuera que dificulta la visión de la señal vertical que advierte de la presencia de un paso de peatones, en el carril de la vía hacia Posada.

Montse Inguanzo cree necesario que se tomen medidas en esta carretera. "Creo que los pasos de cebra están mal situados. Debería ponerse un semáforo en la travesía, o badenes", indicó. La gran cantidad de golpes y de accidentes registrados en este tramo de la Ll-11 hacen que, en opinión de Inguanzo, sea urgente la adopción de medidas que garanticen la seguridad de los peatones. María Rosete califica de "peligroso" cruzar esta carretera, incluso por los dos pasos de cebra existentes. "Miro siempre bien al cruzar a ambos lados y los coches, por muy lejos que vengan, se acercan muy rápido. Es porque van a más velocidad de la debida", explica. Según Rosete "el problema es debido a que los conductores no respetan las señalas de tráfico".

José Ramón Martínez asegura que buena parte de los coches que pasan por la travesía de Bricia "lo hacen, como mínimo, a 70 kilómetros por hora. Llevamos años pidiendo una solución para este problema, pero el Ayuntamiento no nos ha hecho caso. Los peatones pasamos miedo. Los dos pasos de cebra existentes son despreciados por los conductores. Cada poco sentimos frenazos", dice. La mejor solución, para Martínez, pasa por la colocación de badenes en este lugar que obliguen a los coches a frenar.

"A un hijo mío le destrozaron el coche por un golpe en esa carretera hace cinco meses", asegura Helios Rodríguez Ardines. Para este lugareño, la solución para evitar los excesos de velocidad en esta vía pasa por la aplicación de severas sanciones a los infractores. "La carretera es buena, tiene visibilidad y está señalizada. No debería haber tantos accidentes aquí", indicó. Susana Aramburu asegura que los coches pasan por esta carretera "como aviones". Cree que deberían colocarse badenes para que los vehículos respeten la señal de 40 kilómetros por hora.

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