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El consultorio oriental

Sidra, cerveza o vino: brindis saludable

El consumo moderado de bebidas fermentadas de baja graduación es compatible con el deporte y es una opción válida, junto con el agua, para hidratarse

Sidra, cerveza o vino: brindis saludable

Beber sidra, cerveza o vino no afecta al rendimiento deportivo. Es la conclusión de un estudio de la Universidad de Granada. Han investigado y comparado cómo afecta el consumo de bebidas fermentadas con baja graduación alcohólica como la cerveza a deportistas profesionales, aficionados y personas que no realizan una actividad física destacable. La conclusión es que, dentro de un estilo de vida saludable, su ingesta moderada es compatible con la actividad deportiva porque no afecta a su rendimiento. Junto con el agua pueden ser opciones válidas para hidratarse de vez en cuando.

La cerveza tiene alto contenido en agua y el equilibrio de sus componentes (hidratos de carbono, bajo contenido en sodio y ausencia de grasas) permiten que sea una bebida refrescante con un aporte calórico escaso. Además, posee una baja graduación alcohólica (entre 4 y 6 grados), aunque otra opción es consumirla sin alcohol.

El director de este estudio, Juan Antonio Corbalán, que es especialista en fisiología del ejercicio y ex jugador de baloncesto profesional, explica que una caña de uno 200 mililitros contiene unas 90 calorías, las mismas que un zumo de naranja. También contiene vitaminas y minerales. Pero además los investigadores destacan las virtudes de la cerveza para ayudar a recuperar el metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico. Argumentan que su consumo moderado contribuye a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés. Es más, las maltodextrinas, que son carbohidratos de gran interés para la nutrición deportiva y que están presentes en la cerveza, corrigen la posibilidad de hipoglucemia. Se debe a que se metabolizan lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre y dan lugar a concentraciones de azúcar en plasma menos elevadas y más extendidas.

La hidratación es fundamental para el organismo y lo es aún más después de practicar deporte. El agua es el elemento más destacado del organismo humano y representa el 60% del peso corporal. Aunque la reposición de líquidos deber ser fundamentalmente con este líquido hay otras bebidas como zumos, té o cerveza (siempre que se consuma con moderación por adultos sanos) que pueden ser opciones válidas.

Por otro lado, los investigadores de este estudio destacan la acción antioxidante de la cerveza derivada de su contenido en polifenoles. Por lo que, por los mismo motivos que la sidra, son bebidas consideradas cardiosaludable, siempre que se tomen de forma responsable. Tampoco obvian que supone un aporte importante de complejo vitamínico B que, unido a todo lo anterior, puede ayudar a control los factores de riesgo cardiovasculares. Por lo que los deportistas pueden estar tranquilos cuando se tomen una caña (o un culete de sidra) porque no va a afectar a su rendimiento deportivo.

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