El anuncio de que el Principado ha concedido definitivamente el permiso de investigación minero denominado "Beloncio", publicado ayer en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), sentó como un jarro de agua fría a organismos como la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que lamenta que no se tuvieran en cuenta las alegaciones en contra presentadas desde el año 2013.

El colectivo sospecha que detrás del proyecto para buscar feldespato en el concejo piloñés en un área de unos 1,26 millones de metros cuadrados "hay otros proyectos de investigación de otros recursos que no se han querido reconocer". "En la propia autorización se reconoce la posibilidad de que la zona coincida con la búsqueda de hidrocarburos, lo que permitiría el reconocimiento de una zona amplia antes de su aprovechamiento por la fractura hidráulica (el 'fracking')", lamentaron.

Los ecologistas denuncian la falta de concreción con respecto al número de catas que se van a hacer y la ubicación de las mismas, así como que se hipotequen unos terrenos tan grandes -afectará a Areñes, Llozana, Cardes o Valle, entre otros pueblos- cuando "hay canteras de feldespato paralizadas en Asturias por falta de demanda". El colectivo asegura que el documento ambiental del proyecto no cumple con los contenidos mínimos establecidos en la legislación y que la planimetría usada no está actualizada.