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Toño del Cueto, inventor de los "botijos"

El creador y elaborador del dulce típico cangués fue ayudante de cocina, cocinero, conductor de camión, empleado en un taller mecánico y, finalmente, repostero

Antonio del Cueto muestra varios "botijos". J. M. CARBAJAL

El concejo de Cangas de Onís antaño estuvo muy vinculada al sector de la cerámica y alfarería, pues se hicieron cantidad de piezas en zonas como tan conocidas como El Pozu los Llobos, Cangues d'Arriba, Pandesiertos, La Gargantiella, etcétera. Algunas de aquellas antiguas piezas fueron expuestas no hace tanto tiempo en el Museo "Basilio Sobrecueva", en la localidad de Muñigu, cerca del real sitio de Covadonga, el cual aglutinaba la muestra más completa de cerámica del norte de España, con más de dos mil piezas, gracias al emprendedor y coleccionista Maximino Blanco del Dago.

Gracias a la ancestral traición alfarera a los vecinos de Cangas de Onís empezaron a tildarles con el cariñoso apelativo de "botijos". Y de ahí, de ese singular mote, comenzó a fraguarse tres años atrás (2015) uno de los dulces con mayor aceptación entre turistas y visitantes que tienen como destino la vieja capital del Reino de Asturias. Pasito a pasito, los "botijos" se han ganado un merecido prestigio hasta convertirse en el dulce típico de Cangas de Onís. Elaborado artesanalmente, su principal ingrediente es la avellana.

Antonio del Cueto Fernández, "Toño", de 32 años de edad, natural de Cauvilla -barrio de Sotu Cangues, donde se asienta la denominada Torre del Heredero, enclave en el que Pelayo juró la corona, allá por el año 718, para convertirse en el primer monarca del Reino de Asturias-, es el ideólogo, creador y elaborador de ese popular dulce de Cangas de Onís. Eso sí, contó en todo momento con la colaboración de Clara Nava y Sara Gutiérrez en su fase de pruebas, hasta lograr el punto óptimo, antes de lanzarlo al mercado. De momento la cosa marcha bien, sin prisas, pero, al mismo tiempo, sin pausas.

Toño del Cueto -tiene otro hermano mayor, Javier, quien destaca como bicker's en el actual panorama ciclista asturiano- estudió la Primaria en el Colegio Público Reconquista, en Cangas de Onís, y también continuó su formación académica en el Instituto Rey Pelayo, igualmente en la capital canguesa.

Finalizadas las dos primeras etapas escolares se decantó por cursar un módulo de Hostelería, rama de Formación Profesional, en Llanes. Acabó con el título de cocinero bajo el brazo. Su primer empleo en ese gremio culinario lo encontró en un restaurante de Niembru, en el concejo de Llanes, iniciándose como ayudante de cocina.

Tres años prestó servicios en aquel establecimiento hostelero llanisco, finalmente ejerciendo como cocinero.

Después, dio un giro radical a su futuro profesional, ya que pasó a desempeñar trabajo como conductor de camiones de maquinaria de minería en las obras del túnel de la variante de Bilbao. Atrás, por cierto, quedó, en cuanto a materia enriquecedora en el siempre difícil mundillo laboral, una temporada veraniega, en su etapa estudiantil, en la que ayudó en el taller de un tio suyo, localizado en la localidad de Sotu Cangues, lavando tractores o arreglando alguna que otra motosierra.

Se acercaba la Semana Santa de 2011 cuando decidió montar un negocio como autónomo en Cangas de Onís, en la populosa zona de La Pedrera, a la vera del río Güeña. Los inicios fueron duros y difíciles, aunque, a base de esfuerzo y tesón, iría saliendo adelante. Allí, en su obrador, entre otras variedades de repostería -su gran pasión-, iría cogiendo forma el que acabaría siendo el dulce típico de la vieja Cánicas: los "botijos" de Cangas de Onís, una delicia con la que llegó a agasajarse, a través de la directiva de la sociedad local de festejos, a los últimos pregoneros de San Antoniu.

Aficionado sobremanera a la montaña y al barranquismo -es un consumado amante de esa especialidad deportiva en la comarca suroriental-, Toño del Cueto también se sintió atraído por los coches de carreras, pues, en una edición, participó como copiloto en el rally "Picos de Europa", evento con el que suele colaborar dentro de sus posibilidades, igual que hace con otras actividades de tipo deportivo que organizan los clubes o colectivos locales -Kangas Mountain. Maratón Xtreme, Duatlón Sprint o el propio Rally, entre otras.

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