La caza deportiva se irá limitando progresivamente en los Picos de Europa, hasta su erradicación, en diciembre de 2020, según indica documento recientemente publicado por el Estado, que recoge la síntesis divulgativa y los resultados del proceso de participación pública para la elaboración del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del parque nacional de los Picos de Europa, que se desarrolló en los últimos meses del año pasado.
El PRUG deberá estar listo antes del 5 de diciembre de este año, cuando se cumplirán tres años desde la aprobación de la Ley de Parques Nacionales, que dio ese plazo para elaborar el documento a todos los espacios protegidos que carecen de él, entre los que se cuenta el de los Picos de Europa. El Parque, en el que confluyen otros espacios naturales protegidos -tres Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA), tres Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y cuatro monumentos naturales-, aprobó un PRUG en 2002, pero los tribunales lo anularon en 2005 porque no se acompañó del preceptivo régimen económico y de compensaciones. Hace ya más de un lustro que las tres comunidades de los Picos iniciaron la redacción de un nuevo PRUG, pero, pese a que se anunció públicamente que estaría listo en diciembre de 2014, aún sigue en fase de elaboración.
La Ley de Parques establece una moratoria de seis años desde su entrada en vigor (el 5 de diciembre de 2014) para erradicar la caza de todos los parques nacionales. En los Picos de Europa aún se sigue cazando en la zona leonesa, lo que ha generado quejas en Asturias, donde esta actividad está prohibida. La Ley señala que tanto la caza como la pesca deportiva y comercial son "incompatibles" con los parques nacionales y obliga a las administraciones públicas a adoptar, "en un plazo máximo de seis años", las "medidas precisas" para adecuar la situación de los parques a estas determinaciones.
Los ayuntamientos afectados tendrán derecho a ser indemnizados por el cese de la actividad cinegética. La síntesis divulgativa señala que debido a las "repercusiones sobre los procesos naturales y su impacto sobre el uso público, la caza y la pesca son actividades incompatibles con la figura de parque nacional". Y añade que hasta su "total desaparición" se requiere "una adaptación progresiva de la actividad en las zonas más sensibles por motivos de conservación, limitando el número de cacerías autorizadas y los períodos para su práctica". No obstante "excepcionalmente", por "motivos de gestión", pueden "realizarse controles poblacionales de fauna", en los que participará "personal especializado y, en su caso, residentes locales habilitados, siempre debidamente cualificados".
El futuro PRUG también prohibirá la tala con fines comerciales, pero autorizará, "con la necesaria ordenación bajo criterios de conservación, la recogida no comercial de maderas y leñas, frutos, plantas silvestres y setas, así como el aprovechamiento apícola", pues estos usos se entienden "como un valor cultural que debe en mantenerse en equilibrio con la conservación".