La Familia Real española al completo, con la princesa de Asturias, Leonor, a la cabeza, debería participar en los actos organizados para conmemorar las tres efemérides que confluyen este año en Covadonga: el centenario de la coronación canónica de la Santina, el del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga (ampliado en 1995 a todos los Picos de Europa) y el decimotercer centenario de la creación del Reino de Asturias. Al menos eso defiende la mayoría de visitantes entrevistados ayer por este diario en el Real Sitio, que también piden al Papa Francisco que se deje caer en 2018 por el Principado.
Todos coincidieron en señalar que la programación, que vive su día grande el próximo 8 de septiembre, está "poco o nada promocionada" fuera de la región. De hecho, el 100% de los turistas nacionales encuestados aseguraron desconocer que se iban a llevar a cabo eventos como la recreación histórica de la proclamación de Pelayo como rey de los astures, conferencias y exposiciones varias, entre ellos la valenciana Patricia Pedrero, quien lamentó que las autoridades competentes desaprovechen una oportunidad "de oro" para darse a conocer en todo el mundo.
Su compañero, el también valenciano Pablo Fernández, señaló que la coincidencia de las tres efemérides es la excusa ideal para que la heredera al trono se deje ver por Asturias. "Ya que cobra un buen sueldo, está bien que se trague estas cosas. Lo mismo pasa con los premios que llevan su nombre y luego no los entrega ella, no tiene sentido", apuntó.
Su opinión la compartía la vallisoletana Carla Aguirre, que ayer visitaba por primera vez Covadonga. "Es el momento ideal para que Leonor haga su primera visita oficial al Principado, como ya hizo en su día su padre, el rey Felipe. Su madre, como buena asturiana, tampoco debería perdérselo", aseveró. En la misma línea se expresó su acompañante, Gerardo Arteaga, quien no descarta volver en septiembre para tomar parte en las celebraciones como público. "Es una cosa bonita y que pasa una vez en la vida, así que igual nos animamos", adelantó.
Elena Esteban, natural de Valmojado (Toledo) tampoco sabía que tan insignes celebraciones coincidían en 2018. "Quizá aquí tenga mucha repercusión, pero fuera de Asturias dudo que mucha gente sepa de estos actos", lamentó. Por eso invita a los organismos implicados -Ayuntamiento de Cangas de Onís, Iglesia asturiana y Gobierno del Principado- a "tirar la casa por la ventana" y "hacer algo grande". Para Esteban, además de Leonor y su familia, deberían estar presentes en las celebraciones de Covadonga otras grandes autoridades, como el Papa Francisco.
"Al margen de las creencias religiosas, este es un lugar único y mucha gente vendría si tuviera conocimiento de estos eventos", aseguró Esteban.
Tania Labandeira, visitante procedente de Santiago de Compostela, apuntaba ayer que la presencia del Papa le era indiferente, pero que Leonor "tiene que venir en septiembre sí o sí, como en su día hizo su padre".
La ilusión de empleados del Real Sitio como el jardinero José Luis Galán es la de que vengan ambos, tanto Francisco como Leonor. "Supongo que será difícil que cuadren agendas, pero la ocasión lo merece. No obstante, aquí todo el mundo es más que bienvenido, no sólo las grandes autoridades", remarcó. Galán tiene nítida en su recuerdo la visita que el Rey de España, entonces príncipe de Asturias, hizo a Covadonga por primera vez el 24 de septiembre de 1980, tal como conmemora una placa situada en la fachada de la Sala Capitular. Aquella mañana, Felipe VI participó en una ceremonia religiosa en la cueva de la Santina antes de visitar la basílica y saludar a asistentes como el regidor de pastos de la montaña de Covadonga. La siguiente parada fue Cangas de Onís, donde la comitiva, entre otras cosas, recorrió a pie la calle principal de la ciudad. Los devotos de la Santina esperan que la Princesa de Asturias haga lo propio en los próximos meses, aunque, de momento, no hay confirmación alguna por parte de la Casa Real. Lo que sí es seguro es que el próximo martes la joven, que cuenta con 12 años de edad, recibirá en un solemne acto en Madrid el collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, que le había concedido su padre en 2015. Se trata de la máxima condecoración de la Corona española, y sólo el Rey puede concederla.
El Cabildo del Real Sitio trabaja para que, con visita de la primogénita de Felipe VI o sin ella, Covadonga muestre su mejor cara al mundo este año. En este sentido, se han llevado a cabo mejoras como la limpieza de los leones de mármol ubicados a la entrada del Santuario, a ambas márgenes de la carretera. Las piezas llevaban más de una década sin adecentarse y presentaban un aspecto descuidado. La reparación de tejados y fachadas es otro de los aspectos en los que se está trabajando.
Por su parte, el Principado -en situación de prórroga presupuestaria- planea invertir unos 300.000 euros para acometer el arreglo de la explanada de Covadonga y la vía sacra que conduce desde la basílica del real sitio hasta la cueva de la Santina. El Gobierno regional sufragó recientemente la restauración de varios cuadros de la monarquía asturiana.
