Todos los que ayer pasaban por el centro de Colunga se quedaban sorprendidos con una peculiar estampa: un hombre estaba subido a un cedro a más de treinta metros de altura en el parque de la localidad, como si de un escalador se tratara, y se afanaba en cortar ramas secas. Este intrépido trabajador es José Pérez, más conocido como "Zaky", y es, junto a su equipo, una de las pocas personas que realiza poda vertical especializada en grandes árboles.

"Trabajamos con más seguridad de la habitual en arboricultura, somos los únicos que utilizamos un sistema de cuerdas", explica Zaky. Y es que su trabajo entraña una gran peligrosidad, ya que debe desempeñarlo a mucha altura. Para ello, cuenta con la asistencia de José Antonio Manzorro e Iván Carracedo, quienes están capacitados tanto para ayudarle desde abajo como para trepar hasta lo alto del árbol y asistirle en las labores de poda.

Ayer, en Colunga, se encontraban trabajando en un cedro que estaba bastante dañado, ya que un rayo había afectado a la cúspide, que estaba muerta. "Hay que tener mucho cuidado de no dañar las partes vivas del árbol porque, si no, puedes producirle daños que, a la larga, acaben por matarlo", explica Zaky, que, precisamente por eso, considera que la parte más difícil es "desplazarse por la copa", ya que, si no se tiene cuidado, las cuerdas podrían seccionar ramas vivas y brotes.

Por eso, Zaky y los suyos trabajan con sumo cuidado para evitar que los árboles en los que trabajan sufran daños, pero también procuran cuidarse a sí mismos ya que, de no hacerlo, la vida laboral de los que se dedican a la poda técnica vertical es tan solo "de unos ocho o diez años". "Si no se tiene cuidado, se producen muchas lesiones, por ejemplo en la columna, y daños crónicos en las articulaciones". En el caso de Zaky, lleva trabajando en el sector forestal 26 años y, como él mismo cuenta, a un nivel "intensivo". De hecho, no solo trabaja en el Principado, sino que él y su equipo reciben encargos en muchos puntos de la geografía española. Sin ir más lejos, acaban de volver de la provincia de Cáceres.

En Colunga tienen previsto seguir encargándose hoy del cedro. Además, tienen otro frente abierto en Lastres, donde también podan eucaliptos.

Un trabajo laborioso y complicado que precisa de varias jornadas de esfuerzo y que llama la atención a quienes se cruzan con estos intrépidos cuidadores de los árboles de la región.