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El momento dulce del sector turístico en el ala oriental

La comarca despide un buen verano que rozó el lleno en hoteles y en el que agosto fue el rey

Los empresarios, satisfechos con el nivel de visitas, centran sus quejas en el mal tiempo de julio, el mes más flojo, sembrado de cancelaciones

Ambiente en las calles de Llanes, ayer, en torno al mediodía. E. G. CEA

Un buen verano, con julio algo más flojo que agosto debido al mal tiempo. Ese es el resumen que hacen los hosteleros de la comarca oriental asturiana tras una temporada estival en la que se ha rozado el cien por cien de ocupación hotelera durante el pasado mes.

En Llanes, la capital turística del Oriente, agosto, como es habitual, no falló, rozándose el lleno en buena parte de los establecimientos hoteleros sobre todo durante los días centrales del mes coincidiendo con el puente del día 15 y las fiestas del bando de San Roque. El presidente de la asociación Fomento del Turismo de Llanes y Ribadedeva (Fomtur), Ángel Bada, evitó hacer ayer un balance general del verano hasta que no tenga en su poder los datos oficiales de ocupación. "Julio fue este año un mes más flojo a nivel general. El mal tiempo fue un factor que influyó bastante, a lo que hay que añadir que hay mucha competencia.", dijo. Agosto, por el contrario, "fue un mes bueno a nivel de tiempo y de calor. Llovió muy pocos días. Fue positivo a nivel general. La semana central se rozó el lleno en todos los establecimientos", indicó Bada.

De cara a septiembre y teniendo en cuenta que los primeros diez días se trabajó bien merced al tirón de las fiestas del bando de La Guía, los empresarios esperan que se siga con la tendencia de ocupación al alza de años anteriores gracias, entre otras cosas, a la organización de eventos como las fiestas del Morru que tendrán lugar este fin de semana en Llanes, la concentración de vespas y lambrettas la próxima semana o el rally Villa de Llanes.

Por su parte, en Ribadesella el presidente de la Asociación de Alojamientos de Turismo Rural (Aritur), Sabino Martínez, afirma que julio ha sido "un poco más flojo que el año pasado" pero sin darse motivos para la alarma, ya que 2017 fue un año muy bueno. Eso sí, no duda en señalar al causante de esta pequeña bajada: el mal tiempo. Y es que, sobre todo las lluvias se dejaron notar al registrarse "cancelaciones de última hora y menos reservas en el último momento". En contraposición, Martínez califica agosto de "asfixiante" y confirma que entre los días 10 y 20 del mes se registró "casi el cien por cien de ocupación". "El verano fue muy bueno pero mayo y junio no, así que hay que hacer balance y reflexionar, porque es importante no vender solo agosto", afirma Martínez.

Prácticamente las mismas percepciones tienen en la Asociación Colunguesa de Turismo (Acotur), cuyo secretario, José Luis Cueli, afirma que el mal tiempo hizo que bajara algo la ocupación en julio respecto al año pasado, ya que "entre un 10 y un 20 por ciento suelen ser reservas de última hora que este año no se dieron", si bien reconoce que se la comparación con 2017 no es del todo real, ya que el pasado fue un "año de récord". Por otro lado, Cueli confirma que agosto sí que ha sido muy bueno "tanto para los alojamientos como para la hostelería". Además, parece que la tendencia se mantiene en septiembre, si bien durante el presente mes el número de turistas irá disminuyendo progresivamente.

Parece ser que la percepción es la misma en toda la comarca, ya que el presidente de la Asociación Piloñesa de Turismo (Aspitur), Gustavo Sánchez, confirma que en general en el concejo hubo "buena ocupación" durante todo el verano. "Agosto vino muy bien, con cerca del lleno total hasta la última semana que bajó un poco", comenta. Según su versión, se ha notado más la presencia de turismo europeo y de peregrinos del Camino de Santiago. Si la ocupación en agosto superó el 90%, julio fue algo más flojo, lastrado por la climatología de la primera quincena que motivó algunas anulaciones.

En Parres, tienen la misma percepción sobre la influencia de la meteorología en el turismo esperado para el mes de julio, pero la mejora del tiempo y los eventos importantes se dejaron sentir en agosto. El presidente de la asociación Hostelería y Turismo de Parres (Hotupa), Gigi Ciubotariu, asegura que quitando la primera quincena de julio el resto del verano fue muy bueno. "Desde la fiesta del Bollu hasta prácticamente hoy los hosteleros tuvieron completo", cuenta. Respecto a los datos más flojos de julio, Ciubotariu revela que junto al mal tiempo fue clave el cambio de fecha del festival de música electrónica Aquasella, que pasó a celebrarse en agosto. "El fin de semana de Piraguas y el del Aquasella fueron los mejores del año, estábamos desbordados", explicó. El presidente de Hotupa confía en que septiembre sea "un buen mes" si acompaña el sol.

Por último, en Cabrales agosto no falló, estando la ocupación en la práctica totalidad de los establecimientos hoteleros al cien por cien en el mes más importante de la temporada alta. Julio, según los profesionales, fue muy irregular como consecuencia del mal tiempo.

En algunos establecimientos de Arenas se tuvo durante estas fechas una ocupación del 53 por ciento frente al 70 por ciento que hubo durante julio de 2017. La bajada se notó tras el certamen del quesu Cabrales.

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