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Los riosellanos, preocupados por el "peligro" que entraña el puente

"Las aceras son estrechas, va a haber una desgracia", lamentan los vecinos, que denuncian los daños estructurales del paso sobre el Sella

Peatones y coches cruzando el puente de Ribadesella, ayer. C. MURUZÁBAL

"Es un peligro, un día va a haber una desgracia" Los vecinos de Ribadesella están muy preocupados por el estado del puente que une las dos partes de la villa, una carretera nacional muy transitada y que desde hace años sufre de problemas estructurales, como la aluminosis. Además para los usuarios es "poco práctico" por ser las aceras demasiado estrechas, una de las quejas que más se repite entre quienes tienen que cruzarlo a diario.

La urgencia por el arreglo del puente la comparte con sus vecinos el equipo de Gobierno local. De hecho, la alcaldesa, Charo Fernández Román, se va a reunir con el director general de Carreteras el próximo 9 de noviembre, momento en el que espera poder llevarle las primeras conclusiones de un informe que el consistorio ha encargado a un ingeniero especializado, que recoge serios daños en los pilares, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

"En verano es la peor época, las aceras son estrechas y la gente no puede cruzar", cuenta José Miguel Vega. Una opinión que comparte también Merce Arminio, quien explica que hay "mucha circulación peatonal". Por eso, hay quien augura que, de no tomar ninguna medida para solucionar el problema de las aceras, las consecuencias pueden ser muy graves. "Un día va a haber una muerte porque la gente no coge en las aceras y se ve a paseantes teniendo que ir por la carretera", lamenta Claudio Valdés, ex alcalde del municipio.

Pero si las aceras son el aspecto del puente que más preocupa a los vecinos, los problemas estructurales tampoco se quedan atrás. Y es que, aunque todos coinciden en que deben ser técnicos especializados los que valoren en qué estado real se encuentra la estructura, saben que, en mayor o menor medida, está dañada, algo que a algunos les "asusta" por el peligro que podría entrañar.

"Ya tuvimos manifestaciones por esto y llevamos muchos años así, igual llevamos veinte años pidiendo que nos arreglen el puente", reclama Carmen García, quien sostiene que "hay pilares que están mal" y lamenta que se vaya a arreglar el puente que sirve de acceso a Arriondas y "no se vaya a hacer nada" con el del concejo riosellano". "Ojalá cayera de noche para que no pillara a nadie y así no quedara otro remedio que arreglarlo", dice García.

En la misma línea se manifiesta María Sánchez, quien pronostica que un día "va a haber un problema grave". "El puente está muy mal y en piraguas se llena, tiene que soportar mucho peso y eso es muy peligroso", cuenta este vecina.

La preocupación de los riosellanos por su puente es generalizada y por eso, por ser un tema de conversación recurrente, muchos de ellos ya han pensado en posibles soluciones al problema más allá de las que da el Ayuntamiento. Por ejemplo, Ángel Hernández piensa que la solución pasaría por ensanchar el tablero para así hacer unas aceras más anchar para mayor seguridad de los peatones. Eso sí, en cuanto a la estructura, cree que primero habría que hacer un informe para determinar su estado real porque, según dice, en ese aspecto no le preocupa tanto. "El tablero, aparentemente, está liso y en caso de que la estructura estuviera muy mal lo primero que fallan son las juntas, así que se formarían abolladuras", explica Hernández. Sin embargo, hay quienes no están tan tranquilos y piensan que lo mejor sería hacer "un puente en condiciones". Así, Francisco Pelayo Ortiz cree que lo más seguro sería hacer un puente nuevo. Eso sí, es consciente de la dificultad que esto entrañaría, así que también apuesta por que, si no quedara más remedio que conservar el que ya hay, este se mejore sustancialmente para la comodidad de los peatones. "Se podrían hacer unos voladizos para que sirvan de acera y que estén cubiertos, es una necesidad urgente arreglarlo", sostiene este vecino.

Y es que, a pesar de estar enmarcado en el centro de la villa, el puente riosellano es competencia del Gobierno central al ser este una carretera estatal. Una circunstancia por la que es precisamente el Gobierno de la nación el que debe hacerse cargo de su reparación y mantenimiento.

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