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La oruga defoliadora llega a Llanes, donde se combate con ovejas xaldas

La plaga, que se sospecha que ha entrado por Cantabria, causa daños en Porrúa, Parres, la zona de Rales y Los Carriles, entre otros lugares

Unos de los prados de Porrúa afectados. EMILIO G. CEA

La plaga de la oruga defoliadora de gramíneas ha llegado a Llanes. Para sorpresa de varios ganaderos, ha aparecido en diferentes puntos del concejo. Sospechan que ha entrado por la vecina comunidad de Cantabria, donde también se ha detectado. El cálculo de daños se mezcla con la espera para ver cómo evoluciona la plaga con la llegada del agua y las bajas temperaturas.

En Porrúa, el ganadero Adrián Gutiérrez ha decidido hacer frente al problema con ovejas xaldas. "En mi caso, detecté el problema entre finales de agosto y comienzos de septiembre. Primero pensé que era sequía", sostiene Gutiérrez. En la ería entre Porrúa y Parres son varios los terrenos afectados. "Lo que hice fue meter sesenta ovejas en uno de los prados. Al pisarlo acabaron con las orugas", explica. El insecto le ha entrado en sendas fincas de más de una hectárea y media. "Lo que hice fue segar o pacerlos antes de que la oruga los fastidie. Ahora, con el agua y el frío se deberían ir", considera.

Juan Ramón Gutiérrez Gutiérrez detectó el problema en una finca ubicada en la zona de La Trapa, en la localidad de Rales, a comienzos de octubre. "Es mucho peor que una seca, pues, si ese fuera el problema, se acabaría cuando lloviese", dice. Calcula que hasta la próxima primavera, en unos seis meses, la finca de tres hectáreas afectada donde pacen las vacas durante casi todo el año no volverá a su estado habitual. Cuenta que en septiembre era habitual ver las orugas cruzando la carretera. En la localidad de Los Carriles hay también varios terrenos afectados. "Esto me acarreará más gasto en forraje y en bolas para las vacas. Espero que sea algo pasajero", dice.

El ganadero Joaquín Vega, de Turanzas, también se ha visto afectado. "Solo podrá con ellas el agua y la humedad. Arrasan con todo el verde que encuentran", explica.

En Colunga la plaga ha causado daños a veinte ganaderos. Hablan de unas pérdidas de unos 5.000 euros en explotaciones de 60 animales, al tener que alimentarlos durante tres meses.

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