"Alguna gente queda sorprendida porque sale en fotos que ni sabía que existían". José María González, más conocido en su localidad natal de Abéu como Chichi, se confiesa un enamorado de lo "retro". Un amor que ha ido plasmando a lo largo de cuarenta años de su vida, el tiempo que le ha llevado reunir 297 fotografías que retratan escenas y gentes de la parroquia de Leces a lo largo de los años, y que muestran cómo evoluciona la sociedad en algunos aspectos pero, sobre todo, cómo los habitantes de la zona han sabido mantener sus tradiciones en el tiempo.
Y es que la mayoría de las imágenes muestran días de fiesta, celebraciones que aún hoy tienen lugar en ese rincón de Ribadesella, como La Sacramental. Pero casi siempre en blanco y negro, pues todas las fotografías de la colección de Chichi tienen entre 45 y cien años. "La más antigua que tengo es una de mi bisabuela", cuenta orgulloso el coleccionista.
Chichi comenzó con su colección casi sin querer, recopilando las imágenes que su madre tenía en casa. Pero pronto se descubrió buscando nuevas incorporaciones y pidiendo a algunos de sus vecinos que le prestaran sus imágenes para poder copiarlas y así ir aumentando una colección que huele a nostalgia. "Mucha de la gente que sale ya no está, y por eso hay gente que me pide que le deje mis fotos para poder copiar en las que salen ellos o algunos de sus familiares", apunta Chichi, quien siempre ha prestado sus fotos a quien las ha requerido.
Una nostalgia que él mismo sintió cuando encontró una imagen en la que salían sus abuelos, Adela Molina y Avelino Varas, la que más ilusión le hace tener. "Antes de esta no tenía ninguna foto en la que saliera mi abuelo", recuerda Chichi.
Pero esta colección estaría incompleta si a lo largo de los años se hubiera perdido en la memoria quiénes son los protagonistas de cada una de las imágenes, un problema que no afecta a este coleccionista, pues afirma que sabe quiénes son "el 95 por ciento de las personas que salen". Un logro que no debería perderse, pues esta colección supone un documento único de la vida en aquellos años, por lo que Chichi no descarta, ahora que con su jubilación tiene tiempo, escribir un libro en el que cada imagen cuente con su pie de foto y que, de esta manera, las futuras generaciones puedan reconocer en esos nombres a sus antepasados.
Eso sí, por el momento, este riosellano continúa a la caza de nuevas imágenes, si bien sabe que es complicado porque "ahora la mayoría ya no las guarda".