Noelia Lama García (Oviedo, 1981) es la directora de la escuela de bebés que ayer abrió sus puertas en Infiesto. Diplomada en Magisterio por la Universidad de Oviedo, los últimos ocho años ha trabajado en las instalaciones homónimas de Cangas de Onís.
-¿Ha habido dificultad para cubrir las plazas de la escuela de bebés de Infiesto?
-No, la demanda en la zona era grande porque no existía una alternativa para dejar a los niños desde el cierre de la última guardería. Se han cubierto las 39 plazas y hay cinco niños en lista de espera. Vamos a esperar a que se cierren las matrículas mañana para dar encaje a los horarios e intentar que nadie se quede fuera. Tenemos que revisar cuántas medias jornadas de mañana habrá con comida y cuántas medias jornadas de tarde con comida.
-Abrieron ayer sus puertas. ¿Qué tal la primera toma de contacto?
-La acogida está siendo muy buena. De momento, los niños están en período de adaptación, vienen menos horas y están divididos en dos grupos, aunque luego los mezclaremos. Los padres colaboran y están muy pendientes.
-¿Qué importancia tiene la educación en la etapa de menos de 3 años?
-Es una etapa importante porque se sientan las bases para los ciclos educativos siguientes. Las ventajas son muchas: los usuarios ganan autonomía, se vuelven más sociables y empáticos.
-¿Cómo son las nuevas instalaciones de Infiesto?
-Las instalaciones, que se ubican en el antiguo parvulario del colegio, cuentan con tres módulos y son plenamente accesibles. Se han eliminado todas las barreras arquitectónicas y los menores cuentan hasta con baños a su medida.
-¿Cuántos profesionales trabajan en la escuela y qué metodología siguen?
-Tenemos cuatro profesionales a jornada completa y van a venir dos más a media jornada. Seguimos una metodología de experimentación, de provocación para que los niños se desarrollen plenamente dentro de sus posibilidades. Tenemos previsto llevar a cabo actividades relacionadas con la cultura y la tradición local, empezando con el Descenso del Piloña, que se celebra el próximo mes. Queremos sacar la escuela a la calle, ser visibles.
-¿Están presentes las nuevas tecnologías en las aulas?
-Entendemos que son beneficiosas en su justa medida y siempre bajo supervisión, pero de momento no contamos, por ejemplo, con herramientas como pizarra digital.
-¿Tiene la sensación de que su trabajo está suficientemente reconocido por la sociedad?
-Nos gustaría que se nos reconociera como ciclo educativo, ya que mucha gente piensa que nuestra labor es meramente asistencial. Nosotras contamos con un proyecto educativo y desarrollamos un programa en el que los niños tienen que alcanzar unos objetivos.