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Prueba superada: la nueva barrera a los Lagos frena las aglomeraciones de coches

"La visita a Covadonga es imprescindible", destacan los visitantes en una jornada soleada y de elevada afluencia al parque nacional

La legión de tritones, durante el desfile. EMILIO G. CEA

Con un sol imponente, buena temperatura y sin incidencias reseñables. Así dio comienzo ayer en los Picos de Europa el plan de transporte a los Lagos de Covadonga, que funcionará hasta el 5 de mayo, fecha hasta la que sólo se podrá acceder a este paraje en autobús (de 8.30 y 21 horas) o taxi. El director del parque nacional, Pablo García, y el Alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, estuvieron muy pendientes toda la mañana del funcionamiento del nuevo sistema de barreras que únicamente permite acceder a los Lagos a quienes dispongan de una autorización especial. No hubo aglomeraciones y el tráfico fue fluido, con varios autobuses llenos por la mañana. Durante toda la jornada trabajaron en la zona 4 reguladores de tráfico, una persona en el punto de información y otras 4 en el centro de interpretación.

En el Santuario el luminoso día atrajo a muchos visitantes, aunque con paciencia no resultaba difícil encontrar un sitio donde aparcar en las inmediaciones de la basílica. Los murcianos Tania Manzanares y Juan Arroyo visitan Asturias por primera vez junto a sus tres hijos. "Es todo precioso. Con este día subiremos también a Los Lagos", señalaron. El matrimonio concluye hoy sus vacaciones tras una semana en la región. "Teníamos ganas de conocer Asturias y la visita a Covadonga se hacía imprescindible".

Joaquín Pérez López, su esposa Gloria Fernández, el hijo de ambos, también de nombre Joaquín, y la tía del pequeño, Puri Pérez, todos ellos de Gijón, pasearon por la explanada y se fotografiaron junto a la estatua de Don Pelayo. "Todos los años venimos. Yo incluso vengo caminando una vez al año desde Gijón", aseguró Puri Pérez. La mexicana Rosa Isabel Alcántara salió emocionada de la Santa Cueva tras ver por primera vez a la Santina. "He llorado", confesó.

En compañía de las también mexicanas Blanca Carrillo, las hermanas Leonor y María del Carmen Bastida y los esposos de estas últimas, disfrutó de lo lindo de la visita. "Me ha impactado la majestuosidad del santuario", dijo. José Antonio Fernández, marido de María del Carmen Bastida, nació en Mestas de Con. "La cita con la Santina es obligatoria cada vez que volvemos a Asturias y antes de marcharnos de nuevo a México. Nunca faltamos".

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