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Alertan del peligro de las canteras que estudian instalarse entre Ribadedeva y Llanes

Vecinos y ecologistas aseguran, ante los sondeos previstos en la zona, que la actividad extractiva tendría un gran impacto en el turismo y la ganadería

Arriba, a la izquierda, zona del río Cabra, entre Llanes y Ribadedeva, donde se van a realizar los sondeos. EMILIO G. CEA

La posible implantación de varias canteras en los concejos de Ribadedeva y Llanes mantiene en alerta a los vecinos de ambos municipios. La asociación "Stop Residuos Ribadedeva" ha anunciado que alegará contra el proyecto de investigación puesto en marcha por la empresa Arcanor S.A., perteneciente al grupo vasco Lemona, para analizar la posibilidad de abrir canteras de arenisca y caliza.

El "terrible impacto ambiental" que esta actividad puede generar preocupa a los integrantes de este colectivo, temerosos de que la hipotética instalación de estas explotaciones suponga un lastre para el turismo rural y la ganadería, principales actividades económicas de la zona. La Coordinadora Ecoloxista de Asturias ha anunciado que presentará también alegaciones contra este proyecto, así como contra el presentado por Minera Picayos- Carreña en los concejos de Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja, para la búsqueda de cobre, cobalto, níquel, plomo y zinc. En el siglo pasado ya hubo pequeñas minas en estos tres municipios.

"Stop Residuos Ribadedeva" denuncia varias irregularidades en la puesta en marcha del proyecto de investigación. Sostiene que el proyecto -que incluye llevar a cabo 4 sondeos y 80 calicatas en una superficie de 444 hectáreas-, no contiene un estudio de impacto ambiental, ni la administración autonómica ha llevado a cabo este proceso previamente a su exposición pública. Las localidades afectadas por los sondeos serían Colombres, Villanueva, El Peral, La Franca, Noriega y Boquerizu, en Ribadedeva, además de Tresgrandas, en Llanes. "No se contemplan las posibles repercusiones de este proyecto sobre espacios de alto valor ambiental como el río Cabra y la Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Sierra Plana de la Borbolla", lamentan los vecinos.

Aseguran también que en el proyecto de investigación no se integran los informes de la administración competente -el Principado de Asturias, en este caso, en lo relativo a ordenación del territorio-, ni de los Ayuntamientos en sus competencias urbanísticas, que determinarían, según dicen, las incompatibilidades que pudiera contener el proyecto de investigación. "Stop Residuos Ribadedeva" cree que, debido a la envergadura del proyecto, debería haberse tenido mucho más en cuenta todo lo relacionado con las normas de participación pública, así como la puesta en marcha de mecanismos más precisos que explicasen a los vecinos lo que se quiere hacer en estos terrenos.

"El proyecto de investigación se presentó en junio de 2015. Aunque fue rechazado en principio por la autonomía, consideramos que dada su importancia para la forma de vida del concejo y su valor agroganadero, turístico y medio ambiental, los habitantes deberían de haber sido avisados previamente al periodo de información pública", subrayan. Critican el silencio de las administraciones e instituciones conocedoras de los planes de la empresa solicitante en base a la normativa comunitaria, estatal y autonómica existente, además de pasar por encima de, por ejemplo, el convenio Aarthus firmado por España.

En relación con las canteras en Peñamellera Alta y Baja y Cabrales, la Coordinadora Ecoloxista entiende que el Principado no ha sometido tampoco a evaluación de impacto ambiental el proyecto sometido a información pública. Además de este, en Cabrales hay abierto otro proyecto de investigación. Dicen que la zona a investigar donde se pretenden llevar a cabo 55 sondeos es un territorio ganadero y de gran valor turístico, pudiendo afectar los trabajos a aguas subterráneas, arroyos y afluentes del río Cares.

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