Vivimos en una sociedad sobremedicada. Las personas, sobre todo las de más edad, pero cada vez con más frecuencia también en edades más tempranas, toman muchas pastillas y remedios que podrían ser prescindibles sustituyéndolos por un estilo de vida sano y activo. Así lo explicaron las profesionales que ayer abrieron la XXIV Semana de Nuestros Mayores de Ribadesella, quienes ofrecieron el coloquio "Uso racional del medicamento", organizado por la Cruz Roja.
Según explican la trabajadora social Noelia Ordieres y las farmacéuticas Rosa María García y Belén Liñares, el entorno rural en el que se enmarca la comarca oriental es un lugar ideal para fomentar el control en el uso de los medicamentos, pues se reúnen las condiciones para ello, como por ejemplo la menor soledad que enfrentan las personas mayores en los pueblos respecto a las ciudades. "Yo he trabajado en otros sitios y sí que es verdad que cuando llegué a Ribadesella me llamó la atención que la cantidad de antidepresivos que se venden es mucho menor que en otros sitios", cuenta García.
Sin embargo, aún se está lejos del nivel de medicamentos que sería deseable, por lo que desde Cruz Roja fomentan lo que se conoce como "ocio saludable". "Se pretende que al periodo después de la jubilación, en el que muchas veces se viven varios cambios de rutina y de la realidad de su vida tal y como una persona está acostumbrada, se llegue de la mejor manera posible, y por eso se desarrollan talleres relacionados con la salud comunitaria, porque toda la comunidad tiene que participar de manera activa", explica Ordieres.
Y es que el uso de medicamentos de forma masiva o errónea, según afirma Ordieres, "provoca una serie de muertes en nuestro país que son evitables". Para ello, García cree que sería recomendable el apoyo en los propios centros de salud. "Hay un componente psicológico que hace que sea difícil dejar algunos medicamentos, pero si hubiese un apoyo psicológico en los centros de salud se podría; es verdad que hay momentos en los que es imprescindible tomar algo, pero después con apoyo psicológico se podría solucionar", afirma la farmacéutica.
Por otro lado, las profesionales también hicieron referencia al problema de la automedicación, presente en todas las edades. "Estamos llegando a unos niveles de analgesia que cuando tengamos un problema de verdad vamos a necesitar morfina", advierte García, pues cree que se abusa de ciertos medicamentos. Algo de lo que cree que debería empezar a concienciarse ya incluso en los colegios. En este sentido, pone el foco especialmente en los antibióticos, pues cree que se toman muchas veces sin ser necesarios.
