"El matorral es imparable". Es la queja que lanzan los ganaderos de Cea y Cetín, en Parres. Los profesionales con licencia de pastos en la zona -hay más de una veintena- aseguran que de las 520 hectáreas con las que cuentan en los montes comunales, en la actualidad sólo son aprovechables 144 por culpa del crecimiento desmedido de las cotoyas y otras malezas.
Para revertir la situación, el representante de los ganaderos en la junta municipal de pastos, Francisco Blanco, propone dos alternativas: que la administración regional apruebe pequeñas quemas controladas en la zona y que el presupuesto anual del Ayuntamiento de Parres reserve una partida específica para desbroces, como la que ya existe en concejos vecinos tales como Piloña.
Según Blanco, la última vez que se efectuaron limpiezas en los montes de Parres fue en el año 2015, y gracias a una moción del PP apoyada por Foro e IU en la que los socialistas -que gobiernan en minoría en el municipio- se abstuvieron. La inversión rondó entonces los 50.000 euros y sirvió para acabar con el matorral en el monte de Fontecha o la campera Yaxe. "Nos prometieron una ayuda anual para mantenimiento, pero no acaba de llegar y mientras tanto más del 80% del monte está tomado", se queja.
"La carga ganadera que soporta el monte está por encima de la que marca la Unión Europea para conceder ayudas", asegura. Blanco subraya que la falta de recursos económicos "no puede ser una excusa", ya que los desbroces podrían pagarse, según su versión, con la venta de madera. "Se sacaron troncos del monte de Cea y Cetín hace pocos años y en vez de ponerlos en el mercado los están dejando pudrirse, es una vergüenza", afirma.
Los ganaderos parragueses denuncian "dejadez" por parte del equipo de gobierno local, así como falta de colaboración con el sector, que a su juicio supone un importante motor económico para Parres. Como ejemplo ponen la pista que sube a Llanu los Carros, inaccesible desde hace meses por culpa de los argayos o el hundimiento en el camino en el que comienza la ruta del bosque de Cea, que además da acceso a varias viviendas.
Entre sus reivindicaciones también figura la de habilitar cortafuegos junto a todas las cuadras y cabañas que estén lindando con el monte y la mejora de abastecimiento de agua en balsas como la de Sierra de Ameñu.
