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Onís quema un nido de velutina, harto de esperar por su retirada

Onís quema un nido de velutina, harto de esperar por su retirada

"Corrimos bastante riesgo, pero tuvimos que quitarlo", dicen los vecinos de Talaveru, que han visto desaparecer sus abejas

En Onís, cansados de esperar a que les retiren los nidos de avispas asiáticas próximos a caminos y viviendas, los vecinos de Talaveru han actuado por su cuenta. Quieren evitar posibles ataques, así que el lunes por la noche prendieron fuego a uno de ellos, ubicado en lo alto de un pumar. Explican que llevaban un mes esperando a que lo quitaran. "Ante la pasividad de la Consejería de Desarrollo Rural decidimos, con riesgo, quitarlo", explica Luis Mier, apicultor al que las velutinas le han acabado con sus colmenas. Agrega que, así y todo, hay otros dos nidos más en la zona. Uno de ellos está en Viniella, cerca de la vivienda de una señora mayor, y los insectos entran en su casa hasta por debajo de la puerta. Otro está a la orilla de un camino, en un roble.

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Unos vecinos de Onís prenden fuego a un nido de avispa asiática

"Tomamos medidas ante esta pasividad de la administración, aunque corremos bastante riesgo porque el ataque de estas avispas te puede matar", lamenta Mier. Tuvieron que esperar a que se hiciese de noche, sobre las diez, para actuar, porque así se aseguran que las avispas ya estaban todas recogidas. Se colocaron ropa especial, pero se quejan de falta de medios para estos casos. Pero la desesperación y la preocupación les empujó a arriesgarse. Luis Mier es apicultor: "me mataron seis colmenas en mes y medio. Me dejaron sin abejas". No solo las están esquilmando porque las atacan, es que tienen miedo, no salen de la colmena y acaban muriendo también, explica este veterano apicultor. Este dramático descenso de la población de estas polinizadoras supone un peligro para el ecosistema. "Si no ponen medios van a acabar con las abejas. En esta zona quedamos sin ellas este otoño", insiste.

Pero su temor va más allá, pues también les inquietan los posibles ataques a los vecinos, y la situación se va a complicar aún más cuando empiece la cosecha de manzana, pues hay muchos nidos en pumares y varear para tirar la fruta puede convertirse en una tarea demasiado osada. "Eres hombre muerto en segundos si das al nido porque tienen una cantidad de veneno exagerado y te atacan todas. En el que quitamos había unas 6.000", avisa. Pide "medidas urgentes, estamos invadidos".

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