Es una representación religiosa, pero va mucho más allá. Tanto que es capaz de despertar la atención de creyentes y agnósticos e incluso de haber generado un atractivo turístico que deja un más que rentable resultado en la zona. Esa es la magia de la Semana Santa de Infiesto, saber unir historia, religión, cultura, arte y turismo. Y por eso la cofradía del Vía Crucis Viviente y la asociación histórica de Piloña quieren que su fiesta sea declarada de interés turístico regional.
La presidenta de la cofradía, Patricia Míriam Martínez, resume en "la foto final del vía crucis" la esencia de esta cita porque "vemos a más de 300 personas juntas que han trabajado durísimo para poder hacer lo que al final no dejan de ser cuatro obras de teatro" representadas por vecinos, no profesionales, que cada año -este será el séptimo- se implican más con la escenificación de las últimas horas de Jesús.
Además, subraya Martínez, en Asturias no hay una cita como la que se celebra en Piloña. No, al menos, una tan completa que represente cada paso, desde la Última Cena hasta la Crucifixión. Es por eso que se ha convertido en un revulsivo turístico que ha incrementado las visitas hasta ocupar al cien por cien las plazas hoteleras durante los días de representación.
Precisamente la afluencia de gente ha hecho plantearse a los organizadores la ampliación de algunos espacios con el fin de permitir mejor y mayor visibilidad. Así, se ampliarán los escenarios del Juicio de Sanedrín (que se interpretó por primera vez el pasado año en la plaza del Ayuntamiento), donde se instalará una escalera y dos gradas más, y la propia Crucifixión, que se representa en la plaza del Ganado.
El trabajo que se podrá ver la próxima Semana Santa en Piloña es el fruto de una tarea continua y constante que empieza en la financiación. En la venta de libros usados, en las rifas, en las cestas... el desembolso es grande, aunque la satisfacción, acabado el Vía Crucis, compensa el esfuerzo que también hace el Ayuntamiento de Piloña, la Coral Piloñesa, la banda de música de la Asociación de la Fuente y los miembros del grupo de teatro "Ensin Reparu".
