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La puntilla para los negocios riosellanos: recibos del agua atrasados de 500 euros

La adjudicataria añade a la factura de marzo los pagos no cobrados en otoño y desespera a vecinos y empresarios, sin ingresos por la crisis

"Un palo más en el momento menos oportuno". Así han recibido los habitantes de Ribadesella la última factura del agua, con cargos de hasta 500 euros, producto del retraso acumulado de varios meses del pasado año. Los recibos han dejado helados a vecinos y empresarios, algunos de ellos con varios negocios, con lo que el gasto se multiplica.

Todos se han visto afectados, particulares y negocios, pero son los autónomos quienes más han notado el peso de tener que afrontar un pago con el que no contaban y que se suma, en muchos casos, a los gastos a los que hay que hacer frente con los negocios cerrados. "La empresa ha pasado ahora los recibos pendientes de los meses de septiembre y octubre", lamenta, aunque el giro responde a un trámite administrativo que ya estaba previsto antes de que el estado de alarma por el COVID-19 paralizara las actividades no esenciales y, con ello, el sector turístico en general.

Son ellos, hosteleros y hoteleros, quienes ahora más sufren esos pagos. "En mi caso tenemos dos negocios, seis empleados a quienes tenemos que pagar los seguros sociales, el alquiler y el resto de letras de autónomos", con lo que el recibo ha sido la puntilla para unos empresarios que "estamos haciendo malabares para ver cómo podemos abrir, cuando sea que vayamos a hacerlo", explica uno de ellos, que prefiere no dar su nombre.

Otro empresario, que también reclama anonimato, añade: "Sabemos que tenemos que pagar, pero no somos responsables del retraso de los cobros de la empresa, el de ayer -por el lunes- era el día menos apropiado para hacerlo", debido a que se unieron varios gastos en un mes en el que no ha habido ingresos.

"Entre la cuota de autónomos, la hipoteca del negocio y el seguro social de un empleado he tenido que pagar mil euros, a los que se han sumado 415 del recibo del agua", explica otro empresario. "Nosotros lo que vemos es que los negocios están cerrados y nos llegan recibos de hace seis meses en plena crisis y, lo peor, seguirán llegando después de ella, pero no habremos generado ingresos tampoco, lo peor, parece está por venir, y administrativamente deberían tenerlo en cuenta", lamenta.

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