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Los hosteleros piden un plan turístico vinculado a la pesca: "No hay lugar mejor"

Los bares ribereños del Cares-Deva reabren sus puertas echando de menos a cántabros y vascos

Kike Álvarez y su hijo Kike, frente al bar La Cortina de Siejo con un salmón pescado ayer por el segundo. EVA SAN ROMÁN

La pesca es al turismo lo mismo que los ríos Cares y Deva a Peñamellera Baja. Por eso los hosteleros ven importante el diseño de un plan que reactive la práctica deportiva para redundar en la mejora de un destino único en el país, el de la pesca salmonera.

Kike Álvarez, propietario del bar La Cortina, propone diseñar una estrategia que proyecte "la vida que el río le da al valle, qué duda cabe que con la apertura de la pesca se mueve mucha más gente". No es para menos. "Vivimos en una zona única, tenemos tres ríos, el Cares, el Deva y el Nansa (Cantabria) al lado, un plan de pesca viable y estudiado tendría un alcance que redundaría en el beneficio de todos"

Y es que la zona, apunta Pedro Trespalacios (de El Tilo), "en cuestiones de pesca no tenemos competencia, somos lo más meridional para la pesca del salmón y es un reducto que no pueden copiar otras regiones", subraya. Cantabria y Galicia, apunta, "están rehabilitándose en este sentido, pero Asturias es la joya de la corona, no hay otro lugar mejor para pescar salmones, debemos invertir en esa publicidad, hacer gestiones que tengan en cuenta estas circunstancias", insiste. E incluso ampliar la "propaganda al reo, que está ganando muchos enteros, y la pesca sin muerte, que cada vez tiene más adeptos", asegura Toño Rugarcía, de la cafetería Covadonga.

La llegada de pescadores a la zona ha hecho que los bares y restaurantes ribereños empiecen a levantar cabeza después de una crisis que les ha golpeado económicamente de forma impactante.

Ahora ya reciben con gusto a los pescadores asturianos, pero echan de menos a los cántabros y vascos que, cada año, reservan coto en la zona "Es complejo porque siendo conscientes del peligro sanitario, sería necesaria la apertura de fronteras", Álvarez. Tanto es así, apunta Trespalacios, que "yo no he abierto aún el hotel porque mis huéspedes una vez abierta la temporada de pesca son aficionados de Cantabria y País Vasco" que se quedan durante algunos días en el establecimiento de Panes, levantado junto al río Cares-Deva. Los echan de menos también en la cafetería Covadonga, donde Rugarcía subraya que "la temporada promete este año porque hay salmones grandes y buenos, pero el 50% de los cotos quedarán sin pescar" precisamente por la restricción de movilidad entre regiones.

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