Cuando las 500 plazas de aparcamiento de la playa riosellana de Vega estén completas se cerrará el acceso al arenal. Si no caben más coches, no habrá posibilidad de paso salvo para residentes o clientes de establecimientos hoteleros y hosteleros. Es la medida decidida por la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Ribadesella para que no se repitan atascos como el del pasado fin de semana.
Según ha explicado el alcalde, Ramón Canal, la información se podrá conocer en la propia Autovía del Cantábrico -a través de los carteles electrónicos-, aunque la Guardia Civil y la Policía Local también controlarán los accesos en los cruces que acceden a Vega. De un lado, se establecerá un primer control en la nacional 632 y, de otro, en la carretera que se desvía de esa hacia los pueblos de Barreu y Vega. En este último caso, el punto policial se establecerá a la altura del camping.
El Gobierno de Ribadesella mantuvo esta semana una reunión con la Delegación de Gobierno para trasladarle la necesidad de evitar colapsos en el entorno de la playa. Y juntos concluyeron coordinar sus efectivos para regular y, sobre todo, atajar, el caos circulatorio que cada fin de semana se forma en el pueblo costero.
El último tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando miles de personas, atraídas por las jornadas soleadas, formaron con sus coches un tapón interminable en el pueblo. Ni hubieran podido circular vehículos sanitarios, ni los propios vecinos podían acceder a sus viviendas. La imagen, además, choca directamente con la del turismo sostenible alejado de masificaciones que se pretende lograr.
El aforo del arenal, cumpliendo los protocolos de seguridad de la covid-19, se ha fijado en 4.144 personas cuando la marea esté alta. Caben, según el Principado, 14.116 sin problema cuando sea bajamar. Pero el número de plazas de aparcamiento es limitado y dista mucho de alcanzar las cifras permitidas.
"No podemos permitir que Vega se colapse de forma continuada, para nosotros el problema no es tanto que se incumpla la distancia social en la playa -como sucede en otros municipios costeros- sino el colapso del acceso", abunda Canal. De ahí que la medida sea tajante. A la altura el camping "los vehículos se desviarán hacia Berbes o darán la vuelta en dirección Torre, pero si no hay sitio en el aparcamiento no podrán pasar", dice tajante el regidor. Vega también ha hecho un intento por regular las pernoctaciones ilegales en el entorno de la playa. Por eso el aparcamiento, de uso privado, cierra su recinto a las nueve de la noche.
