Marina Granda Díaz, adolescente de 14 años de Hontoria, ha quedado colgada con el cambio de horario en el institutollueva, haga sol, frío o viento. La parada más cercana que tiene es la de Villahormes, y ahí debe subirse por la mañana y bajarse al mediodía.
En realidad es el tercer año que sucede, desde que llegó a continuar con sus estudios obligatorios al instituto de la villa llanisca. Pero este es el primer curso en el que a su madre no le da tiempo a pasar a recogerla. Ahora sale a la una y cuarto, en lugar de a las dos como sucedía años atrás.
"Antes yo podía pedir cinco o diez minutos en el trabajo para cogerla en la parada de Villahormes, pero este año no puedo pedir hora y media cada día" para poder adaptarse a los nuevos horarios impuestos por la Consejería de Educación para los escolares. "No han pensado en nada, lo han hecho, y ya está", se queja la madre llanisca.
Marina tiene 14 años y cursa 3º de la ESO en Llanes. Sus hermanos, de 11 y 8 años, van al colegio Valdellera de Posada y el autobús sí los deja en Hontoria. Por eso, la madre, Eloína Díaz, no comprende cuáles son los motivos de que el autobús que llega del instituto no complete el recorrido. "Llevo tres años recogiéndola, no me importaba porque no me suponía más inconveniente que pedir algunos minutos para salir antes del trabajo, pero este año es inviable y además no tengo por qué estar siempre pidiendo favores teniendo en cuenta que la educación es obligatoria por el momento", lamenta. Al padre tampoco le da tiempo y no hay ninguna otra ayuda familiar cerca para poder recoger a Marina.
"Notifiqué el problema al instituto y estos me derivaron a la Consejería. Allí me dijeron que debía ser el centro quien lo resolviera. Volví al centro y mandaron un correo al Consorcio de Transporte, pero no obtuvieron respuesta ninguna", asegura. "Yo creo que si Educación ha tomado la decisión de reducir los horarios lectivos es también quien ha de ser responsable del transporte de los escolares", evidencia Díaz, que remacha: "En los últimos dos años no he dicho nada de alargar la parada porque, haciendo un esfuerzo, llegaba a recogerla, pero ahora me es absolutamente imposible".
