El plan rector de uso y gestión (PRUG) del parque nacional de los Picos de Europa superó ayer su penúltimo escollo, al recibir “luz verde” por parte del patronato, no sin recibir duras críticas por parte de algunos de los participantes. Fueron 27 votos a favor, 4 en contra, 4 abstenciones y 6 ausencias. Los noes llegaron desde el Ayuntamiento de Cangas de Onís, los ecologistas de Asturias y Cantabria y un representante de los propietarios de terrenos.
El Gobierno del Principado manifestó su satisfacción por el resultado de la votación y destacó que el documento, que estará vigente hasta 2030 y que ha incluido algunas de las demandas incluidas en las 1.200 alegaciones presentadas, persigue “una coexistencia sostenible entre los distintos usos y actividades del espacio protegido”. El PRUG, una vez publicado en el “Boletín Oficial del Estado” (BOE), se convertirá en el instrumento para la gestión ordinaria del parque, y primará “las actividades tradicionales que han modelado su paisaje único”, en especial los usos agroganaderos, resaltó el Principado.
El PRUG se acompaña de un Plan de Desarrollo Sostenible (PDS) a través del que se canalizarán las inversiones, subvenciones e incentivos necesarios “para garantizar que el Parque cumpla su cometido como motor económico de su zona de influencia”.
En la reunión, telemática, también se debatió la ampliación del patronato hasta 53 miembros, la “disolución ordenada” del actual consorcio interautonómico que integran Cantabria, Asturias y Castilla y León, y la propuesta de un nuevo convenio de colaboración entre las tres comunidades para la gestión coordinada del Parque, a través de la comisión de gestión y los tres codirectores, así como la creación de un nuevo órgano de coordinación interadministrativa, además del patronato.
Durante la reunión hubo sonoras críticas al PRUG y a los dirigentes autonómicos. El alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González (PP), votó en contra, entre otras razones, porque se han introducido “cambios sustanciales” con respecto al borrador que salió a información pública hace un año, en especial por la inclusión de una prohibición expresa del tren de cremallera de Covadonga a los Lagos que propone el municipio. Los cambios obligan a abrir una nueva fase de información pública, según el regidor, que amenaza en caso contrario con acudir a los tribunales.
También con los tribunales amenazó el alcalde de Onís, José Manuel Abeledo (PSOE), porque el PRUG no reconoce la existencia de un “camino histórico” que une la vega de Las Mantegas con la pista que conduce a Buferrera. Finalmente, el Alcalde se abstuvo, lo mismo que sus colegas de Cabrales (PSOE) y Peñamellera Baja (PP), y el ganadero oniense Benedicto Rojo.
Los ecologistas rechazaron el plan de uso al considerar que supone una clara apuesta por “el turismo masivo” y por una visión “competitiva y mercantil” de aspectos como el deporte de montaña, apuntó Javier Naves. Aunque admitió que ha habido “algunas mejoras” con respecto al borrador que se expuso al público (como la prohibición de trenes cremallera y el acotamiento de terrenos incendiados), Naves resaltó múltiples carencias, como que se siga hablando de “controles de población” de especies silvestres, en vez de “gestión de conflictos” o que se reserven cifras simbólicas para asuntos de calado, como los 15.000 años en 10 años para evaluar la capacidad de acogida de visitantes del Parque, otro tanto para estudiar la carga ganadera o los 30.000 euros que se han asignado al PDS, que debe “guiar las inversiones” a realizar en el espacio protegido en el próximo decenio.
