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El Barato, un emblema del comercio de Cangas de Onís, recopila más un siglo de recuerdos que no tienen precio

La tercera generación de la familia Rodríguez regenta el establecimiento fundado en 1904

Guillermo Rodríguez, a la puerta del comercio. Debajo, a la izquierda, vista del local en la calle Covadonga. En el centro, cuando estaba ubicado en la calle San Pelayo. A la derecha, imagen actual del exterior. | María Villoria

Comenzó siendo una tienda de telas y complementos de confección, pero en sus 117 años de vida abierto al público el comercio de Cangas de Onís El Barato ha logrado llegar hasta hoy adaptándose a los tiempos y reinventándose, sin perder nunca su esencia. Lleva en la avenida de Covadonga de la capital canguesa desde 1925, pero se trasladó allí desde la calle San Pelayo, en la confluencia con la calle Emilio Laria, donde se había inaugurado en 1904.

Son ya tres las generaciones de una misma familia las que lo han regentado. Comenzó Pedro Rodríguez Cuervo, le siguió su hijo Pedro Rodríguez Hormilla, y, ahora, es Guillermo Rodríguez Carmona, nieto e hijo de los anteriores el que dirige el negocio junto a su mujer Patricia Teleña. Antonio Rodríguez, tío de Guillermo, también llevó la tienda durante un tiempo junto a su hermano Pedro.

Guillermo Rodríguez en el exterior del comercio.

Los más de ocho metros de frontal de estanterías de madera maciza donde se colocaban los géneros están ocupados hoy por todo tipo de artículos. No cuesta imaginar allí los rollos de telas colocados “en diagonal para que se vieran todos”, como recuerda el propietario actual, que todavía los conoció en la tienda que le vio crecer a él y sus hermanos Pedro, Blanca y Miguel, siempre bien cerca de su padre, Pedro y su madre, Regina Carmona, ambos fallecidos ya.

Fue un negocio donde se fiaba y se llevaba una “contabilidad de cuaderno” para ello. Todas las personas de los pueblos de alrededor bajaban a Cangas a primeros de mes, realizaban las compras y dejaban pagado lo de mes anterior.

El Barato, más de un siglo de recuerdos que no tienen precio

Apenas unas mejoras en el suelo y la renovación de los mostradores, que recuerdan a los antiguos, hacen que el local deje impresionado a cualquiera por sus dimensiones, sus techos de cinco metros y el porte de columnas y estanterías antiguas que desprenden solera. Cangas de Onís cuenta ahora con innumerables comercios de souvenir y recuerdos de Asturias, pero El Barato fue pionero en ese ámbito. Sus escaparates ya lucían el rótulo “Bazar. Objetos. Recuerdo de Covadonga” desde 1925, como atestiguan las fotografías de la época.

El Barato, más de un siglo de recuerdos que no tienen precio

En la actualidad sigue vendiendo artículos asturianos de todo tipo, aunque muchos de ellos son artesanos y todos hechos en Asturias. Pero a lo largo de todos estos años la familia Rodríguez ha ido adaptando la oferta comercial a lo que iba demandando la sociedad.

Además de las telas, vendieron trajes para novios, tuvieron la exclusiva de unas máquinas de coser y fueron delegación del Banco Asturiano. “Hacían pequeños préstamos a través de una ventanilla que aún existe “, recuerda Guillermo Rodríguez. También tuvo armería, juguetería y regalos un comercio en el que mencionan a Antón Chaso, un empleado que trabajó toda la vida en El Barato: “Era un gran trabajador y el alma de la tienda”.

El Barato, más de un siglo de recuerdos que no tienen precio

Hoy en día el enfoque al turismo es claro, pero El Barato sigue siendo pionero: es punto de referencia de la comarca para aparejos de pesca y está especializado en ropa de montaña, de caza y pesca, entre otros.

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