La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Casa Trespalacios, histórico bar tienda de Arenas de Cabrales, echa el cierre

El negocio, que lleva siete décadas en manos de la misma familia, tuvo el único teléfono de la localidad y ha sido un referente del comercio local

Isabel Trespalacios, Francisco Llerandi y Francisco Javier Llerandi, en Casa Trespalacios. | M. V.

Hablar de Casa Trespalacios es hablar de una vida dedicada al servicio al cliente. El histórico comercio de Arenas de Cabrales cierra sus puertas este martes, tras más de siete décadas en manos de la familia que le da nombre. Sus paredes han sido testigos de una parte importante de la historia cotidiana del concejo. Pero llega la jubilación para el matrimonio formado por María Isabel Trespalacios Morán, hija de Bautista, uno de los fundadores, y Francisco Javier Llerandi Peláez. Ambos llevan desde 1988 tras el mostrador. El negocio supo conservar su esencia todos estos años, con sus estanterías originales mezcladas con elementos más modernos, el techo lleno de productos a la venta y ese olor tradicional de los bares tienda que evocan siempre recuerdos agradables al que los visita y en los que se puede encontrar de todo.

A pesar de la proliferación de los supermercados, el negocio sigue contando con una clientela local fiel, a lo que hay que sumar el magnetismo de la tienda para el turismo . “Vendemos bien. El secreto es buena atención, conservas de calidad y horario extenso, pero sobre todo el tener buenos productos”, dice Javier Llerandi. Casa Trespalacios también ha mantenido costumbres importantes, como la de fiar, anotando cuentas que se liquidan periódicamente.

Su ubicación, frente al cruce de la carretera de Poncebos, y el buen trato marca de la casa ha hecho que fuera parada obligada. Fue bar tienda hasta 2018. Quesos, embutidos, legumbres, conservas, pienso, golosinas, vinos, licores y una interminable lista de productos llenan sus mostradores y cámaras. El techo del local ha sido un expositor más del que colgaron aperos de labranza, cazuelas, madreñas, paraguas, sartenes o cestos.

A Javier Llerandi se le considera un cabraliego más. No todos saben en Arenas que es natural de Beceña (Cangas de Onís). Asume con humor la “pérdida” de su apellido en Cabrales, donde se siente muy bien. “Aquí soy Javier Trespalacios y muchos me llaman Bautista como mi suegro”, dice. Él y su esposa recuerdan como un momento duro para el negocio la crisis de la construcción en 2008. “A las seis y media de la mañana estaba esto como una romería de personas que venían a trabajar en la construcción y llegamos a estar solos, porque no venía nadie”, apuntan.

Hubo un tiempo en que solo Casa Trespalacios tenía teléfono en Arenas y desde allí se daban avisos para todo el pueblo. El matrimonio se siente agradecido a sus vecinos, porque siempre han sido buenos clientes. “La gente de aquí fue la que nos mantuvo tantos años”, asegura Isabel. Han sido “punto de información” para el turismo y la salvación para muchas personas que necesitaban algo de última hora y a las que atendían mientras recogían el comercio tras el cierre.

El matrimonio pasó un tiempo en Venezuela, donde nació Araceli, su primera hija. Sin embargo, regresó a Cabrales para comenzar a trabajar en la tienda familiar. Ya en España nacieron sus otros hijos, Juan Bautista y Francisco. Todos han estudiado y son el orgullo de sus padres.

Los comerciantes quieren despedirse de forma discreta. “El último día será de trabajo y al siguiente tenemos que empezar a recoger. Queremos despedirnos como entramos”, afirma Isabel Trespalacios, ya preparada para echar el cierre a un negocio que pasa a la historia de Cabrales.

Compartir el artículo

stats