El patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa no ha concretado la candidatura del espacio protegido para convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, pese a que en una sesión celebrada en 2014, hace ya de ello ocho años, sus integrantes acordaron iniciar los trámites para alcanzar tal distinción. Posteriormente, en 2016, el Senado aprobó por unanimidad promover la candidatura, sin que ese pronunciamiento lograra tampoco efecto práctico alguno. Así lo reconoce el gobierno central en respuesta a una pregunta planteada por Mercedes Fernández, senadora asturiana del PP.
En esa misma respuesta, el Gobierno aclara que las gestiones para entrar en la lista del Patrimonio Mundial se realizan a instancias de las comunidades autónomas en cuyo territorio se ubique el bien a proteger. No obstante, precisa que en el caso concreto de los Picos de Europa la iniciativa le correspondería al patronato del Parque Nacional. De haberse planteado, la solicitud tendría que estar tramitada ante el Consejo de Patrimonio Histórico, órgano de coordinación entre el Estado y las autonomías en este ámbito.
Las explicaciones gubernamentales no han convencido a Mercedes Fernández. “No puede ser que algo tan relevante quede atascado por cuestiones administrativas”, asegura la senadora popular, que se muestra dispuesta a “perseguir hasta el final” que se active el reconocimiento a los Picos de Europa.
“Se plantea que la petición debe hacerla el órgano de gestión, pero ya hay un acuerdo del Senado, y si el Senado no está legitimada para eso como cámara territorial…”, afirma Fernández, que considera que el reconocimiento está “más que merecido” para el que es “uno de los espacios naturales más singulares del país”.
Víctor Fernández Salinas, catedrático de Geografía Humana y miembro de Icomos, organización asociada a la Unesco, aseguró hace unos meses en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA que los Picos de Europa “lo tienen todo” para optar a Patrimonio Mundial como paisaje cultural. “Asturias es una región muy competitiva en lo que se refiere a paisajes culturales. Los Picos suponen un magnífico ejemplo de lo que le digo. Además de ser un escenario natural extraordinario, se ha desarrollado como un paisaje cultural de primer orden, con tradiciones y leyendas”, sostiene Fernández Salinas.
A juicio de este experto, también tendrían posibilidades ante la Unesco el paisaje cultural de los castros, que podría impulsarse a través de una candidatura conjunta con la Xunta de Galicia, y el de los vaqueiros de alzada. “Cascos históricos como los del Principado, como el de Oviedo o el de Avilés, hay cientos” advierte.
El planteamiento es bien visto en líneas generales por los alcaldes de la comarca siempre y cuando no conlleve más restricciones y tenga en cuenta la necesidad de proteger la actividad ganadera y pastoril. Los habitantes de los núcleos de población han mostrado recelos ante el temor de que el reconocimiento de la Unesco conlleve limitaciones a su actividad tradicional, algo que no sucede en las cuatro declaraciones de parques nacionales españoles.
