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Antonio y Anita vuelven a Asiegu

La localidad cabraliega celebra los setenta años de su carretera con un homenaje a los promotores y a los indianos que trajeron el primer coche

Pepe Mier, vecino de Asiegu, y el escultor José Sahagún, en la instalación de homenaje a los trabajadores de la carretera de Asiegu. | J. Quince

Corrían los difíciles años treinta del pasado siglo cuando Antonio Niembro, vecino de Asiegu (Cabrales) que había emigrado a Méjico a hacer fortuna, regresaba a su pueblo natal acompañado de su esposa Anita. La emoción por volver quedó empañada por la imposibilidad de acceder en coche a su destino ante la ausencia de una carretera. Fue a partir de ahí cuando sus vecinos lograron una hazaña digna de recuerdo. Unieron sus fuerzas para subir el coche, marca Packard, por el camino secundario de Jelgueras.

Mariví Sánchez, bisnieta de Antonio y Anita, frente a la placa que conmemora la subida del primer coche a Asiegu. | J. Quince

Veinte años más tarde, en 1952, y después de una ardua lucha vecinal, se consiguió construir la carretera que actualmente comunica Carreña de Cabrales con el que fue designado en 2019 "Pueblo ejemplar" de Asturias. En recuerdo de aquel hito, la Asociación Cultural Asiegu XXI conmemoró ayer el 70.º aniversario de unas obras que cambiaron para siempre la vida de los habitantes de esta localidad.

Los vecinos se reunieron en la antigua escuela, donde tuvo lugar una completa exposición de distintos documentos de cuando se hizo la carretera. Entre ellos, cartas escritas por los propios trabajadores, cuentas, recibos del proyecto y fotografías en blanco y negro. Javier Niembro, presidente de la asociación, valoró el "legado que los antepasados dejaron en herencia" y recalcó la obligación de continuar mejorando para el futuro. "Hay que plantar árboles para que las siguientes generaciones puedan comer manzanas", dijo.

También se quiso dar voz a los mayores de la localidad, protagonistas de un coloquio lleno de anécdotas. Fidela, Amador, Pepe y Elena contaron algunas de sus experiencias de los años previos a la construcción de la carretera, cuando solo eran unos “guajes” y tenían que trabajar y adaptarse a la situación de pobreza que se vivía entonces. Eso sí, además de tanto esfuerzo, hubo espacio para las risas. Y es que, como dijeron con un juego de palabras, "en este pueblo somos demasiegu bromistas".

Tras este acto, tuvo lugar en la curva de las Llambrosas la inauguración de una instalación artística de José Sahagún en homenaje a los trabajadores de la carretera. En forma de rueda se establece la unión de ocho piedras con distintos símbolos tradicionales y mitológicos, como el trisquel, la cruz celta o la concha de Santiago.

El último acto de la mañana, antes de una paellada para los vecinos, consistió en descubrir la placa conmemorativa del primer coche que subió por la carretera. Allí se encontraba Mariví Sánchez, una de los cuarenta bisnietos de Antonio y Anita, que viajó expresamente desde Madrid en representación de su familia.

"En mi casa siempre se ha contado esta historia. Se me eriza la piel al pensar en esa gran hazaña", indicó emocionada.

Con el evento no solo se trataba de celebrar el aniversario de la construcción de la calzada, sino también de reivindicar su acondicionamiento. "Es una carretera muy estrecha, no es peligrosa pero está muy transitada y con el uso se ha ido deteriorando", aseguró José Sahagún.

Los vecinos seguirán luchando igual que hicieron sus antepasados para continuar mejorando un orgulloso legado de más de setenta años de historia.

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