BALCONES DEL PARAÍSO

Asiegu, las vistas "ejemplares" del Urriellu desde una aldea cabraliega

El pueblo se asoma a los Picos de Europa en un paisaje inmenso de belleza imponente

Las vecinas de Asiegu (o Asiego) se muestran encantadas de que, entre cien asturianos encuestados por LA NUEVA ESPAÑA, se eligiera a este precioso pueblo cabraliego en el tercer puesto de los 20 lugares con las mejores vistas de Asturias tras el Fito (Parres), que ocupa el primer puesto y los acantilados de Cabo Vidío (Oviñana, Cudillero), en segundo lugar. "¡Estamos muy contentas pero vaya, tendría que haber sido el primeru, porque todo lo que se ve desde aquí, no se ve desde ningún otro sitiu!", exclaman entre risas Ana María Fernández Prieto, Josefina Fernández, Manuela Viejo y Marina Guerra.

La mañana de la visita se levantó perezosa de nubes y, aunque el rey de los Picos, el Urriellu o el Picu, como lo llaman en Cabrales y cuyo nombre más popular fuera de las fronteras astures es el de Naranjo de Bulnes, amagó con asomarse aunque fuera sólo para la foto, no hubo forma de recoger su imagen ni la del resto de picos y cumbres que se pueden disfrutar desde cualquier rincón de esta aldea cabraliega y, aún más identificado, desde el mirador de Pedro Udaondo. Aún así la tremenda belleza de este lugar y el cariño que rezuma cada caleyina de esta aldea por sus vecinos enamoran de inmediato a cuantos turistas se acercan a Asiegu, que logró en 2019 el reconocimiento como "Pueblo Ejemplar" de Asturias, concedido por la Fundación Princesa de Asturias, "por la puesta en marcha de un modelo de desarrollo local basado en el aprovechamiento de los recursos naturales y culturales que favorece una actividad económica básica para mantener el tejido social", entre otras cuestiones, como también el haber conservado y recuperado el patrimonio. Los vecinos aún recuerdan con emoción la visita de los Reyes de España y sus hijas, para entregarles el premio, aquel lluvioso 19 de octubre de 2019.

María Esperanza Rosiña y Alfonso Galán, de Badajoz.

María Esperanza Rosiña y Alfonso Galán, de Badajoz. / Ana Paz Paredes/

Esta historia la conocen bien María Esperanza Rosiña Romero y Alfonso Galán Polanco, naturales de Badajoz y que, justo el día que los vecinos celebraban el premio, allí se presentaron a comer en la sidrería Casa Niembro. "Nos dijeron que si podíamos esperar un poquito porque iban anunciar el premio a los vecinos y, por supuesto dijimos que sin problema. Total ¡que nos sumaron a la fiesta con todo el pueblo. Fue un momentazo. Sidra bebimos un rato!", dice Esperanza. Desde entonces, y salvo en 2020, acuden en verano a Cabrales y a Asiegu. "Quedamos enganchados de la gente y del pueblo, desde donde hay, vayas donde vayas, unas vistas espectaculares. Es verdad que hoy está un poco nuboso pero no deja de ser muy bonito ver ese macizo de piedra allá al fondo con las nubes arriba, sin ver el final. Aunque no se vea el Picu, la estampa sigue siendo preciosa", dice Alfonso.

En el mismo sentido se manifiesta otra pareja de turistas, Paula Fregenal, de Madrid y José Melo, de Santiago de Chile, alojados en Arenas y que están pasando unos días en el concejo cabraliego para disfrutar de la Naturaleza y el senderismo. "Nos gusta hace treaking y de hecho ayer hicimos una ruta en que llegamos al a base del Urriellu con lo que hoy estamos hechos polvo", bromean. Y añaden: "Queríamos ver un pueblo bonito y nos recomendaron este. Es superbonito y está muy cuidado. Mires donde mires el paisaje es espectacular", dice Paula, que es una enamorada de Asturias y concretamente del concejo de Cabrales, al que ya vino en cinco ocasiones. "El viaje lo organizó ella, para mi es mi primera vez aquí y no puedo estar más encantado", dice él.

Ana María Fernández, Josefina Fernández, Ramona Guerra, la niña Águeda García, Marina Guerra, Manuela Viejo y Teresa Fernández, vecinas de Asiegu, en el banco apadrinado por Enrique Niembro y Josefa Pérez.

Ana María Fernández, Josefina Fernández, Ramona Guerra, la niña Águeda García, Marina Guerra, Manuela Viejo y Teresa Fernández, vecinas de Asiegu, en el banco apadrinado por Enrique Niembro y Josefa Pérez. / Ana Paz Paredes/

Otros viajeros encantados con Asiegu son María José Fernández, Borja Oliván y Mariano Oliván, de Sabiñánigo (Huesca). Se habían acercado a realizar la "Ruta del Quesu y La sidra", ruta etnográfica, cultural, patrimonial y gastronómica que, desde hace años, organizan los hermanos Niembro. "Vinimos a Asiegu para hacer esta ruta y hemos descubierto un pueblo precioso. Es la primera vez que venimos a Asturias y estamos encantados por todo: los paisajes, la comida y la gente, que es muy amable", apunta Mariano Oliván, quien dejó para otra ocasión ir hasta el mirador de Pedro Udaondo, apenas a 600 metros del pueblo y donde, desde primeras horas de la tarde, se acercaban hasta e l lugar muchos para descubrir parte de una montaña que, en ese día, se escondía.

Desde allí, según señalan algunos vecinos, "se tiene una vista de 360º . desde la sierra del Cuera, por el Norte, como los Picos, al Sur. Se ve tanto el Macizo Central, una pequeña parte del Oriental y mucho del Occidental. Se ve, entre otros, desde la Porra de Enol; la zona del Puertu; Puertas, Inguanzo, Berodia, La Molina etcétera; el Urriellu en el Macizo Central, el pico Albo, Peña Castil, Peña Main, Portudera, en fin, diferentes picos y cumbres que están señalizados en los paneles informativos del mirador", recuerdan.

Las nubes en Asiegu, junto con la calidez de quien lo habita, son buena excusa para volver tanto para ver al Urriellu sin nube alguna y compartir charla con los vecinos, como para descubrir también otro lugar tan bello como las vistas que desde él se contemplan: la majada de Tebrandi.

Vistas "ejemplares" desde Asiegu

José Melo y Paula Fregenal, en el bebedero y fuente de La Pandiella. / Ana Paz Paredes/

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Teniendo como punto de partida Cangas de Onís se toma la carretera AS-114 hacia Carreña, capital del concejo de Cabrales. A poco de entrar en la recta que cruza el pueblo hay que tomar, a la derecha, tal y como está indicado, la carretera que en poco más de tres kilómetros llega hasta Asiegu. 

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El trabajo y el cariño de los miembros de la Asociación Cultural Asiegu Siglo XXI, visible en la recuperación de su pueblo en obras como el mural dedicado a Fifi la de Delfina; los 21 bancos apadrinados que representan sus 21 barrios; la recuperada fuente de La Pandiella o la impresionante Venida de les Vaques. 

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El mirador de Pedro Udaondo fue inaugurado en octubre de 2008. En él se le rinde un merecido homenaje a este montañero vasco, un gran enamorado de Picos, que falleció ese año al pie de la Peña Santa de Enol, a los 73 años. Udaondo coronó en más de 150 ocasiones el Urriellu y abrió una ruta por su cara Este. 

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