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Orientalia

Ramón Díaz

Tiempos antiguos y nuevos tiempos

En los tiempos antiguos, antes de que se instaurara la dictadura de lo políticamente correcto, los 140 caracteres y el pensamiento único, había cuestiones que se llamaban "de Estado". Eran asuntos que los seres humanos de una determinada comunidad -o sus representantes- consideraban de una importancia tal que merecían un sobreesfuerzo para buscar el consenso o, al menos, el mayor acercamiento posible entre todos los interesados. En los nuevos tiempos ya no hay "cuestiones de Estado", entre otras razones, porque no hay nada más importante que aniquilar al adversario. Por eso parece imposible que los partidos, las asociaciones, la gente busquen acuerdos sobre asuntos capitales, como la ganadería y el lobo, la conservación ambiental (de los bufones, por ejemplo), el parque nacional de los Picos de Europa, el patrimonio cultural (la iglesia de Bedón y los demás monumentos), la ordenación del territorio... Malos tiempos para la lírica.

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