Saúl FERNÁNDEZ

El actor catalán Joaquín Kremel regresa esta noche a Oviedo y lo hace con uno de los montajes más destacados del año: «El beso de Judas», una recreación de la derrota de Oscar Wilde, una historia de relaciones homosexuales y de destrucción en los años de la decadencia victoriana, antes y después de la cárcel de Reading, donde el autor de «El retrato de Dorian Gray» sufrió trabajos forzados a consecuencia de un amor impropio.

El teatro Filarmónica acoge esta noche y mañana, a partir de las ocho y media, una tragedia teñida de humor infausto que se estrenó el pasado verano en el teatro Palacio Valdés, de Avilés.

Junto a Joaquín Kremel, que es Oscar Wilde, participan en este «Beso de Judas» Enrique Alcides y Juan Ribó. La dirección de la función corrió a cargo de Miguel Narros, uno de los directores de escena más sobresalientes de España.

El actor castrillonse Luis Muñiz, que da vida a un efebo italiano en «El beso de Judas», completa un reparto de relumbrón de esta nueva tragedia del comediógrafo británico David Hare.