L. S. NAVEROS

El Ayuntamiento quiere «dignificar» la carretera a La Corredoria, convirtiéndola en una vía urbana con aceras en toda su longitud, iluminación, servicios soterrados y hasta carriles bici. El proyecto ya está sobre la mesa del responsable municipal de Infraestructuras, Alberto Mortera, que pretende que las obras se ejecuten este mismo año, incluyéndolas en la financiación del «plan A», que impulsa el Gobierno regional.

Las obras de urbanización afectarían a un tramo de 2,2 kilómetros, entre Pontón de Vaqueros y el límite con el concejo de Siero, en la glorieta de Molín de la Casuca. El proyecto pretende dotar a la travesía de una calzada de 9,75 metros de anchura, con dos carriles para cada sentido de la circulación y dos carriles bici en cada margen de 1,60 metros de anchura. En el tramo entre Pontón de Vaqueros y la glorieta de Cuatro Caños se construiría una nueva acera en la margen izquierda. En el tramo entre Cuatro Caños y Molín de la Casuca se habilitarían igualmente dos carriles en cada sentido y dos carriles bici, respetando la acera actual de la margen izquierda y construyendo en la derecha una acera de anchura variable. En Pontón de Vaqueros está prevista la construcción de una nueva glorieta, en el entronque con la calle Pedro Quirós Isla, que conectaría con la nueva urbanización de las torres de Monte Nuño y daría acceso a los terrenos del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Con esta glorieta se resolvería el giro hacia la izquierda y facilitaría el tráfico hacia el nuevo centro sanitario.

En la actualidad, la carretera a La Corredoria tiene carácter de travesía, con una urbanización que en muchos puntos deja bastante que desear. Entre Pontón de Vaqueros y Cuatro Caños, la margen izquierda de la vía sólo dispone de aceras en tramos aislados y carece de una urbanización adecuada, ya que, por ejemplo, las redes de servicio de telefonía y electricidad son aéreas, sostenidas por postes, y hay diferentes modelos de luminarias.

El presupuesto de la obra se estima en 971.000 euros, y el plazo de ejecución es de cinco meses, según el proyecto, redactado por la empresa Cuera Ingenieros, bajo la dirección de técnicos municipales.