Carolina G. MENÉNDEZ

«Uno de cada tres cánceres se debe a que comemos mal», señala Paula Jiménez Fonseca, oncóloga del Hospital Central de Asturias (HUCA) y autora del libro «Comer para vencer el cáncer» junto a la química especialista en nutrición Belén Álvarez. La oncóloga asturiana resaltó durante la presentación de la publicación, ayer, en la carpa de Libroviedo, que «la mayoría de los cánceres son producidos por el tabaco y los alimentos inadecuados».

Para prevenir el cáncer y para ayudar a las personas afectadas por esta enfermedad surgió este libro que impulsó Graciano García, director emérito de la Fundación Príncipe de Asturias, y cuyos beneficios irán destinados a los enfermos de oncología. Esta obra, según sus autoras, es, ante todo, «un libro práctico, una guía de salud que enseña a comer». Así, por un lado, presenta diez menús equilibrados, de prevención, dirigidos a personas sanas y, por otro, comidas fáciles de digerir y que aportan nutrientes a los enfermos de cáncer. Debido a la dificultad que tienen estos enfermos para comer si el tumor lesiona el tubo digestivo, «sólo pueden ingerir alimentos blandos como gelatinas, purés, natillas o flanes», apunta la doctora Jiménez Fonseca.

«Comer para vencer el cáncer», con prólogo de Alfredo Carrato, jefe del servicio de oncología médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, está hecho desde la experiencia de las dos autoras y surgió tras observar la doctora Paula Jiménez Fonseca cómo una de sus pacientes, Josefina, comía muy bien y mantenía el peso. Esta mujer ya fallecida era la madre de Belén Álvarez. «Con una buena alimentación conseguí que se hiciera más fuerte, lo que le permitió tener una buena calidad de vida hasta el final de sus días», señaló con emoción la especialista en nutrición. Y es que cuando una persona padece cáncer la creencia generalizada es que debe comer poco; pero la realidad es bien distinta, ya que esta enfermedad «desgasta el metabolismo y por ello es necesario que coman bien. Como tienen dificultad para comer, ya que el tumor daña el tubo digestivo y sufren de vómitos, diarrea, estreñimiento, sequedad de la boca y bajada de defensas, necesitan alimentos fáciles de digerir e igualmente de fácil digestión», resalta la oncóloga del Hospital Central de Asturias.

En el apartado dedicado a la alimentación de las personas sanas, el libro recoge, entre otros aspectos, cantidades y alimentos que ambas profesionales recomiendan mezclar, como lentejas con arroz o embutidos y carnes rojas con productos ricos en vitamina C como el tomate y el kiwi. Asimismo, indica cómo coordinar, cocinar y conservar los alimentos y hace hincapié en la necesidad de beber agua y practicar ejercicio.

En cuanto a los alimentos cuyo consumo debe limitarse se encuentran, señala Belén Álvarez, los elaborados con azúcar refinado (postres, golosinas, refrescos azucarados...), las grasas (carnes rojas y margarinas, que pueden ser sustituidas por carnes blancas y aceite de oliva), conservas, ahumados y precocinados. La nutricionista, que anima a leer las etiquetas de los alimentos para conocer su composición, también aconseja reducir la sal y los fritos, tomar café natural en vez de torrefacto y realizar 30 minutos diarios de actividad física aeróbica, como caminar o correr. Sobre las bebidas alcohólicas sugiere tomar con moderación únicamente vino tinto y cerveza: una copa al día las mujeres y dos los hombres.