J. F. B.

La orquesta «Oviedo Filarmonía», bajo la dirección de su titular, Marzio Conti, y el violinista Alexandre da Costa como solista ofrecieron ayer un concierto dentro del ciclo del Auditorio.

Una sesión que convenció al público con un programa dedicado al compositor francés Camille Saint-Saëns. La sesión estuvo llena de matices y llevada con una pulcra interpretación de todos su protagonistas.

El sólido programa recorrió la «Introducción y Rondó caprichoso en la menor, op. 28», además del «Concierto para violín y orquesta número 3 en si menor, op. 61» y la «Sinfonía número 3 en do menor, op. 78».

Un programa, por cierto, que, tal como adelantó la organización, violinista y orquesta lo grabarán con la compañía de discos Warner.

Y, a la vista de lo escuchado ayer, será una grabación con futuro. Se trata de la primera orquesta española que graba un CD para la potente multinacional.

La sesión no hizo más que ratificar las cualidades de Alexandre da Costa y su sintonía con la formación ovetense. El instrumentista ya había declarado a LA NUEVA ESPAÑA sus buenas sensaciones ante el evento y la citada grabación, además evidentemente de las buenas vibraciones que le producía el programa: «Nos permitirá a la orquesta y a mí compartir lo que hacemos con el público internacional», dijo, a la vez que mostraba sus ganas de trabajar con el maestro Marzio Conti, al que califica de «artista maravilloso». La primera prueba de ese vehículo de promoción que será el futuro disco se superó en el directo del Auditorio, ante los matices, la sensibilidad y, efectivamente, la conexión entre el solista y la orquesta ovetense. Ante el éxito, Da Costa regaló al público «La asturiana» de Falla e igualmente la orquesta dio su propina con «La aragonesa» de Camille Saint-Saëns.